El tema seguridad pública se transforma en algo muy subjetivo; porque depende mucho de cómo nos haya afectado directamente -o por cercanía- la acción delictiva, y además, se hace frecuentemente un manejo político del tema… entonces depende del lente con que se mire.
Acá, en Progreso Al Día, como sucede desde hace 25 años, intentamos abordar los temas de forma objetiva, despojándonos de colores políticos, y sin perseguir otro interés que informar con veracidad, dando a conocer todas las campanas, e intentando construir una ciudad y comunidad de mejor convivencia.
La experiencia vivida en la comunicación durante todo este tiempo, nos hace pensar y creer que el tema seguridad pública o seguridad ciudadana viene ocupando un lugar de referencia en las páginas de la prensa nacional -incluídas las nuestras- desde la década del ’90, agravada seguramente a partir de la crisis del 2001 y 2002.
Y si repasamos el archivo de Progreso Al Día; notaremos que son cíclicas las “olas delictivas”, los movimientos de vecinos “alarmados por la inseguridad”… con distintas modalidades según la época. En su momento se daba mucho nivel rural, a las bodegas, abigeatos… luego aparecieron con frecuencia las rapiñas a comercios a mano armada… y algún copamiento. También han sido más frecuentes desde hace algunos años los hurtos llevados a cabo por “rastrillos”, generalmente necesitados de dinero para consumir drogas.
Desde hace algún tiempo se acentuaron las rapiñas y arrebatos en la vía pública -protagonizadas generalmente por motonetistas-, y los hurtos en fincas efectuados en vehículos por tres o cuatro delincuentes armados, que cargan y llevan lo que encuentran a su paso en pocos minutos.
En el mes de julio 2016 se genera una movida por mayor seguridad, primero por una ola de rapiñas en Villa Táliche y Maich, seguido por la rapiña y herida de gravedad al comerciante Daniel Echude.
El 10 de agosto se originó una reunión en la sede de Rotary con la presencia del Jefe de Policía de Canelones Crio. Gustavo Fernández, el Jefe Operacional Crio. Pío Santos y el Comisario de la Seccional 19ª Crio. Frank Acosta, impulsada o promovida por el alcalde Javier Petrocelli.
Desde allí, hubo un notorio incremento del patrullaje en nuestra ciudad, ya sea a través de móviles del PADO, de Radio Patrulla, etc.; y un aumento en la sensación de seguridad de la población, más allá de que siempre se han producido delitos.
En el último tiempo se nota una menor presencia del patrullaje, seguramente porque se han derivado móviles y personal a fortalecer el servicio de Verano Azul (en la Costa de Oro y la Costa de Plata de nuestro departamento).
Coincidentemente se dan a conocer –por medio de contactos telefónicos o en las redes sociales-, una cantidad de delitos que se cometen en nuestra sociedad, principalmente esta semana, donde se producen por ejemplo tres delitos consecutivos en fincas el día domingo, con modalidad similar y aparentemente cometidos por el mismo vehículo.
En uno de esos casos, el de Villa Felicidad, algunos testimonios aseguran que hubo llamados reiterados al 911 y que el móvil policial demoró varias horas.
Fuentes policiales señalaron a este medio que tal situación no es posible (por cómo funciona la mesa 911); pero que se iban a hacer las constataciones necesarias antes de salir a dar explicaciones públicas.
A continuación, algunos de los testimonios recogidos, lamentablemente a nivel policial no pudimos tener la versión de lo ocurrido y de la situación actual; más allá de que fuimos muy bien recibidos y se nos brindaron algunas explicaciones para nuestro conocimiento, no públicamente.
Tres viviendas asaltadas en menos de cuatro horas
Según testimonios se estima que se podría tratar de los mismos delincuentes
El pasado domingo 22 entre las 20.30 y las 24 horas se produjeron una serie de robos en tres viviendas diferentes en la misma zona (Seccional 19ª) con la misma modalidad, y de acuerdo a testimonios, la policía estima que se podría tratar del mismo vehículo.
Testigos de los hechos hablan de un auto gris con cuatro ocupantes; alguno de ellos habría actuado armado.
“Se llamó al 911 desde varios teléfonos distintos y nunca vinieron…”
El primero tuvo lugar entre las 20:30 y 21:00 horas en una vivienda de Villa Felicidad, ubicada en la esquina de Serafín J. García y Carlos Sabat.
Lidia, vecina de Marta (víctima del robo) declaró a Progreso al Día que notó la presencia de un vehículo frente a la casa de Marta pero pensó que era ella que llegaba con su familia: “Ella había salido a la casa de un hijo, tomó el ómnibus cerca de las 20 horas. Los gurises que estaban en la vuelta fueron hasta Progreso, mi esposo salió a caminar, yo cerré con llaves y me quedé mirando la tele; yo vi un auto afuera pero no di corte, pensé que era ella con la familia porque es muy común que venga el hijo con los nietos o que la traigan del trabajo. Además con los cercos no se ve mucho y ya estaba oscuro. Los gurises dicen que era un auto gris…”.
Según contó Lidia, Marta vive con su hija y es la segunda vez que le roban en un mes: “Ella trabaja de sol a sol y es la segunda vez que la roban. Le hicieron palanca para romperle la puerta, le revolvieron todo, le llevaron un televisor, la notebook de la hija, dos garrafas y le vaciaron los cajones del ropero arriba de la cama, lo juntaron con los acolchados y se llevaron todo. Tenía los papeles de la casa, recibos, objetos personales…”.
“A esta mujer la agarraron de candidata; la robaron el 24 de diciembre cuando le llevaron el televisor que le entraron por la ventana, puso rejas y ahora le robaron otra vez. La mujer estaba en crisis…”, añadió.
Tras enterarse del robo Lidia comentó que llamaron a la Policía varias veces desde varios teléfonos pero desde la seccional le respondieron que no había móvil disponible: “20:50 se llamó cuatro veces a la seccional y dijeron que el móvil había ido a Montevideo. Se llamó al 911 desde varios teléfonos distintos y nunca vinieron. Aparecieron a las 12 de la noche de casualidad porque un hombre tomado se había lastimado...”.
“Uno no tiene nada pero lo poco que le lleven es el sacrificio de meses y años de trabajo. Uno labura de sol a sol, gana “chirolas” y que vengan estos sin vergüenzas a robar. Si estaba ella o la hija adentro hubiera pasado un desastre…”, reflexionó Lidia.
Consultada sobre si cabía la posibilidad de que los delincuentes fueran del barrio, Lidia expresó: “Del barrio pasan el dato y después arreglan entre ellos; están organizados…”
“Acá está bravo. Tenés que cuidarte hasta cuando vas al super; le avisás al vecino que te viche la casa…”, agregó.
Con respecto a la demora policial; jerarcas de la Seccional 19ª nos comentaban que no les consta que haya habido un llamado directo a la seccional, y que por la forma de funcionar la Mesa 911, no pudo pasar lo que se denuncia. Pese a eso, el Jefe Operacional tomó cartas en el asunto, y si se le proporcionaba el teléfono que hizo el contacto y la hora, se comprometió a constatar la veracidad o no de dicha información.
Recomiendan que en caso de urgencias (por ejemplo si se está llevando a cabo un delito); es conveniente llamar al 911 (que puede enviar el móvil que esté más cerca del lugar, ya que tienen un control satelital de los mismos), y también comunicarse con la Seccional 19ª a través del 152 4871.
“Ni las rejas te salvan… es indignante”
Poco rato después; se registró otro robo en una de las viviendas de COVIPRO ubicada en la esquina de Cerro Largo y Paysandú.
Esta vez la víctima de la delincuencia fue Bettiana Olivar, quien se encontraba regresando de la playa en la noche del pasado domingo cuando sobre las 22 horas la llaman sus vecinos para avisarle que delincuentes habían arrancado la reja de la puerta del frente y habían ingresado a su casa: “Yo venía de la playa y me llaman los vecinos que me habían abierto la reja haciendo palanca y con una patada me rompieron la puerta de madera y arrancaron todo el marco…”.
No solo le robaron electrodomésticos y garrafas sino también otras pertenencias que no tienen un valor económico, pero sí afectivo: “Me robaron un montón de cosas que no tienen valor monetario como una mesa de luz entera con cajones llenos de recuerdos que no se recuperan. Después me llevaron la tele, microondas, juegos de video, notebook, planchas, secadores, procesadores. Lo único que no se llevaron fue el equipo de audio…”.
Al parecer una vecina vio cuando estaban cargando las cosas en el auto y en cuestión de minutos le desvalijaron la casa. Bettiana está indignada ya que en noviembre había vivido un episodio similar cuando intentaron entrar por una ventana estando ella muy cerca de su casa. Por ese motivo decidió poner rejas en puertas y ventanas pero en esta oportunidad ni las rejas la salvaron: “El 1º de noviembre me habían entrado y por eso puse rejas; no me llegaron a robar nada porque justo entré...”.
Consultada acerca de cuánto valor monetario estiman que puede significar el robo, Bettiana dijo no estar segura, pero sí tiene claro que es mucha plata: “Lo van a valorizar porque tengo un seguro que llega a un límite; si me paso de ese tope no me lo cubre.
Por el momento me arreglaron la puerta y me enderezaron la reja del cuarto porque me quisieron entrar por el cuarto…”
Cuando Bettiana llegó a su casa tomó conocimiento de lo que le habían robado y cerca de la medianoche se dirigió a la comisaría para ampliar la denuncia que horas antes habían realizado familiares de Bettiana cuando la policía acudió a su domicilio: “En la Policía me dijeron que habían robado tres casas en cuestión de tres horas en un auto gris. Eran cuatro hombres y al parecer estaban armados…”.
Bettiana contó que en cuestión de un mes las viviendas de COVIPRO habían sido objeto de varios robos y como reflexión de lo ocurrido manifestó que tendría que haber más patrullaje sobre todo en horas de la noche: “Es indignante. No somos dueños de nada así estés en tu casa o no; entran armados y te matan. Hay que tomar otras medidas, ser más drásticos. Si son menores porque son menores y nunca pasa nada…”.
“Lo único que me queda es poner alarma. Tengo dos niñas y están asustadas, para ellas era una tranquilidad tener rejas pero ahora que las rompieron se sienten inseguras…”, agregó.
Rapiñas a mano armada.
Si bien hemos escuchado -o visto en las redes sociales- comentarios de varios hechos de similar característica, rapiñas en la vía pública efectuadas generalmente por motociclistas, esta semana tenemos dos hechos concretos.
Por un lado, el día sábado 21 una chica de 16 años de edad, se encontraba en la parada de ómnibus próximo al km. 26 de la Ruta 5 vieja (entrada a Villa Alegría), fue abordada por tres jóvenes quienes mediante amenazas con un cuchillo le hurtaron un teléfono celular.
Con los datos aportados por la víctima se iniciaron varias actuaciones y en la zona de Villa Alegría se logró detener a los autores del hecho; dos jóvenes de 21 y 19 años que fueron procesados con prisión –uno de ellos tenía antecedentes- y un menor de 15 años. (Hay más información de este hecho en policiales, Pág. Nº 3).
El otro hecho ocurrió este miércoles 25 próximo a la medianoche; cuando un joven de 24 años de nombre Facundo fue abordado en la calle Montevideo, frente a las viviendas del BHU. Dos personas en una moto de alta cilindrada lo amenazaron con un arma y le llevaron todas sus pertenencias. Su primera expresión en facebook luego del hecho fue: “Pedazo de unos HDP! La vida da vueltas, ya nos vamos a encontrar en alguna otra circunstancia, me robaron el bolso lleno de ropa, billetera con documentos y celular a mano armada. Estoy bien, solo me pegaron una piña con la culata del arma. Esto es redondito y lo material vuelve, pero duele y da una impotencia barbara!”.
Seguiremos abordando este tema, sobre todo enfocado a nuestra zona; pero intentemos hacerlo con argumentos y buenas intenciones, tratando de mejorar la situación si es posible, y tal vez asumiendo también nuestra cuota de responsabilidad en este asunto.
Si alguien desea brindar algún testimonio sobre alguna experiencia personal, aportar su punto de vista del tema o proponer alguna acción a nivel de vecinos o comunidad, puede comunicarse al tel. 23689592 – 099671454.