“Debbie”, como la apodan, comenzó su vínculo con el club cuando tenía 10 años, primero como jugadora y luego desde la docencia, trabajando en el club desde hace muchos años siendo parte del crecimiento integral de los jóvenes a través del deporte, brindándoles incluso la experiencia de poder competir en el exterior; la última fue nada más y nada menos que a Francia donde viajó con varias categorías de hándbol del Club Social Progreso, lo que sin duda fue la frutilla de la torta que decoró su dilatada trayectoria como deportista y docente.
“La idea de la comisión directiva era homenajearla en vida para que ella lo disfrutara, lo viera y lo viviera…”
Luego del descubrimiento de la placa, Domingo Calandrello expresó: “Esto fue un consenso de toda la comisión directiva por la trayectoria que Deborah ha tenido dentro del club, desde la década del ´70 que empezó como jugadora, luego como profesora pero también era una integrante más de la comisión directiva porque siempre estaba apoyando, dando una mano, acompañando cuando se la necesitaba, incluso en los momentos más difíciles del club siguió dando clases en forma honoraria…”
Luego agregó: “A todos los chiquilines que están hoy acá los ha atendido en la escuela, en el liceo y dentro del Club Social Progreso, incluso hay directivos del club que fueron alumnos de ella. Tuvo viajes a Brasil, a Argentina y ahora este último esfuerzo que hizo viajando Francia para nosotros es invalorable por eso no tengo más que palabras de agradecimiento. Por todo eso más que merecido tiene este reconocimiento y la idea de la comisión directiva era homenajearla en vida para que ella lo disfrutara, lo viera y lo viviera…”.
“Le he dedicado mi vida como jugadora y como docente al club…”
Por su parte “Debbie” declaró a Progreso Al Día: “Yo le he dedicado mi vida como jugadora y como docente al club, pertenezco al club desde que tengo 10 años, he hecho toda mi vida acá adentro, siempre trabajé acá y los niños son mi vida. Recuerdo toda aquella gente que luchó por este club como el Nene Pérez, Cattini, y a través de muchos años de trabajo logramos muchas cosas…”.
Consultada sobre lo que significa este reconocimiento, dijo: “No lo esperaba, esto es más que un mimo al alma, no sé si lo merezco pero estoy muy agradecida…”.
Acerca de Deborah
Déborah comenzó a jugar al voleibol a los 10 años, fue nombrada mejor jugadora del interior en dos ocasiones e incluso llegó a integrar el plantel de la selección uruguaya defendiendo la celeste en un mundial que se disputó en nuestro país. Cuando se encontraba estudiando en el Instituto (Educación Física) se vio seducida por el atletismo y comenzó a incursionar en este deporte, resultando campeona nacional de lanzamiento de bala. Allí también empezó a jugar al handball, deporte al que aprendió a jugar rápidamente debido a su destreza física donde llegó a participar de un campeonato de clubes campeones en Paraguay.
Abandonó el Instituto, realizó el Curso de Entrenadores, y de allí en más su vida estuvo dedicada a la docencia en clubes y colegios de la zona, sobre todo en el Club Social Progreso donde viene trabajando desde hace muchos años.
Como docente ha viajado en varias oportunidades a competir al exterior, Argentina, Brasil y el pasado mes de julio viajó a Francia para participar del Paris World Games con una delegación de hándbol del Club Social Progreso.