P.al Día- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Quién te motivó a practicar el deporte?
Nicolás Biglianti- Me encanta el fútbol desde pequeño, amo el fútbol y lo voy a amar toda mi vida. Cuando tenía 5 años mi tío dirigía un club de Las Piedras de baby Fútbol llamado “Los Pingüinos” y yo como vivía con mi abuela en esa localidad comencé a practicar el deporte en aquella institución. Jugué un año en Juanicó, después jugué en Huracán Progreso para posteriormente pasar a las inferiores de Progreso.
P.al Día- ¿A qué edad debutás en primera? ¿Qué significó ser campeón tan joven en aquel equipo de Progreso y también ser campeón con la selección de Canelones?
Nicolás Biglianti- Debuté a los 22 años, en el año 1996. Fue un partido entre Progreso y Santa Lucía en el Parque Claudio de León. Me tocó entrar y atajé un penal, ser campeón ese año siendo tan joven fue muy motivante en lo personal. En el año 97 fue una alegría enorme volver a ser campeón con grandes figuras como Gustavo España, Rodolfo Tozzi, Jorge Peraza, Alejandro Barón y Luis Guevara, entre otros. Eran jugadores de jerarquía, de renombre tanto en el fútbol de Canelones como en el fútbol profesional de Montevideo. Fue algo muy lindo, aprendí mucho de cada uno de ellos. Aquel equipo del 97 fue uno de los mejores de la liga de Canelones. Podía jugar perfectamente en la liga de Montevideo y no pasaba vergüenza.
Tengo el recuerdo imborrable e inolvidable de la obtención del título frente a Wanderers en el estadio Eduardo Martínez Monegal. Ese mismo año tuve la suerte de ser convocado a la selección de Canelones, además fuimos campeones del sur, donde salió todo redondo y empecé a soñar con una carrera, tratando de mejorar y aprender de los más grandes.
Eso fue una enseñanza que me dejó el fútbol. Fue de mucha importancia para mi jugar con futbolistas de tanta experiencia en Progreso y Canelones. Jorge Peraza y Gustavo España fueron muy importantes para mí ese año ya que me fueron a buscar a casa cuando yo había dejado de ir a la selección. Me pidieron que volviera, que no abandonara y eso significó todo lo que vendría después. Empecé de tercer golero en la selección y por diferentes motivos me tocó defender el arco canario y salir campeón del Sur. Fueron vitales en aquel momento, tal vez sin sus consejos no hubiera hecho carrera en el fútbol.
P.al Día- ¿Cómo se da tu pasaje al fútbol profesional? ¿Qué recordás de aquella primera experiencia en Liverpool?
Nicolás Biglianti- Mi llegada al fútbol profesional es en 1998 (después de ser Campeón del Sur y Vice del Interior); como consecuencia de un partido amistoso entre la selección de Canelones y la selección uruguaya sub 20 que había jugado el campeonato mundial de Malasia en 1997. El encuentro fue en el estadio Charrúa, me tocó jugar y anduve muy bien, a pesar de que perdimos por goleada. Ese día estaba en la cancha el técnico de Liverpool, Roberto Fleitas y su ayudante técnico, William “Pato” Castro. Al día siguiente en la mañana me suena el teléfono, era el técnico negriazul pidiéndome que me presente a entrenar en el estadio Belvedere, querían que jugara un partido amistoso contra Rentistas. En la tarde fui y tuve una muy buena actuación nuevamente. El “Pato” Castro me dijo que quedaron muy conformes con mi rendimiento y me transmitió sus intenciones de charlar con los dirigentes para cerrar mi incorporación a Liverpool.
Recuerdo que en ese entonces el club estaba complicado, no se cobraba seguido, era pura garra y corazón. En ese momento siempre se peleaba el descenso, aunque había muy buenos jugadores. Tuve la suerte de compartir vestuario con Jorge Seré y aprendí mucho de él. Entrenar día a día con un campeón del mundo me aportó mucha experiencia. Fueron 4 años de muy buenos momentos en la institución negriazul.
P.al Día- ¿Qué destacás de clubes como Central Español y Fénix, donde tuviste la suerte de defender esas casacas?
Nicolás Biglianti- Central Español fue de los mejores grupos humanos donde jugué al fútbol, era un equipo muy unido, de excelentes personas. Entre ellos Enrique “Quique” Ferraro, José Puente, Heberley Sosa, Rómulo Fernández, Gonzalo Lemes, Matías Cresceri, Julio Mozzo y Julio César “Tola” Antúnez como técnico. Ese año logramos el ascenso y fuimos campeones de la divisional B.
Al año siguiente clasificamos a la copa sudamericana. Allí tuve la suerte de compartir equipo con Luis Barbat, gran arquero y verdadero fenómeno con pasaje por América de Cali. Contento por los logros obtenidos con esa institución.
En Fénix me llamó Pablo Repetto, que era el entrenador con Alejandro “Turco” Apud como ayudante. Había un muy buen grupo, donde también se logró el ascenso a Primera división. Tengo hermosos recuerdos.
P.al Día- ¿Cómo definirías tu pasaje por Rampla Juniors desde lo individual y colectivo?
Nicolás Biglianti- En Rampla Juniors viví uno de los mejores momentos de mi vida. En lo personal, fue el mejor año en mi carrera futbolística. Salió todo espectacular, tenía excelentes actuaciones, en todos los partidos destacaba como la figura del encuentro. Fue un año redondo. Teníamos un gran grupo humano, muy unidos en todo momento. El club se armó para mantener la categoría y terminamos peleando el campeonato junto a Defensor Sporting. Fue una de las mejores campañas del club en su historia. Haber ganado un título era una hazaña para el picapiedra, solo perdimos con Defensor Sporting y empatamos el clásico con Cerro.
P.al Día- ¿Cómo viviste tu experiencia en el exterior? ¿Qué te pareció el fútbol boliviano?
Nicolás Biglianti- Si bien estuve solo un mes y medio porque surgió lo de Peñarol, fue una experiencia muy linda. Todo jugador profesional quiere salir al exterior.
El fútbol boliviano no es muy vistoso, sacan ventaja por la altura, están un par de escalones por debajo de nuestro fútbol. La experiencia fue muy enriquecedora, compartí vestuario con Julio César Baldivieso (capitán de la selección boliviana durante muchos años), siempre me gustó aprender de los más experimentados. También tuve la oportunidad de conocer la ciudad de Cochabamba defendiendo al equipo de Aurora.
P.al Día- ¿Cómo recordás el momento en que te comunican que vas a jugar en un grande de nuestro país? ¿Qué sensaciones te dejó aquel pasaje por Peñarol en 2008?
Nicolás Biglianti- Mi incorporación a Peñarol fue lo máximo en mi carrera. Era un sueño y un objetivo que pude cumplir. Era hincha fanático del club, lo veía perder y lloraba, y de un día para el otro estaba defendiendo esa camiseta. Todo sucedió muy rápido y no podía creerlo. Mi representante me llamó contándome acerca de la lesión de Frascarelli y del interés de Gustavo Matosas de contar conmigo en Peñarol. Rescindí contrato en Bolivia y me vine para Uruguay. Llegué al país un miércoles, el jueves firmé contrato, el viernes entrené en Los Aromos y el sábado debuté oficialmente ante Central Español en el estadio Centenario donde ganamos 2 a 1. Fue una experiencia hermosa por cómo se dio y por todo lo que viví. Me queda el recuerdo imborrable de ganar un clásico.
P.al Día- ¿Cómo viviste tu debut en el arco mirasol?
Nicolás Biglianti- Muchos nervios. Cumplía el sueño de estar en uno de los equipos más grandes de mi país. Pasó todo tan rápido desde Bolivia a Peñarol que lo viví con mucha ansiedad e intensidad, pero por suerte salió todo bien. Ganamos el primer partido y eso me permitió afianzarme y sentirme más cómodo con el correr de los encuentros, donde me fui soltando un poco más.
P.al Día- ¿Cómo definirías el desenlace de tu carrera en el fútbol profesional?
Nicolás Biglianti- Creo que no fue un desenlace excelente, pero fue bueno. Pienso que, si hubiera tenido algún padrino, o la suerte de que alguien me aconsejara para iniciarme más joven en las inferiores del fútbol de Montevideo podría haber llegado más lejos en mi carrera profesional. Eso me hubiera permitido mejorar muchos aspectos técnicos y desarrollarme más rápido como futbolista. Llegar al fútbol profesional con 23-24 años sin una base de inferiores hizo todo mucho más difícil en cuanto a lesiones y desgarros, ya que el músculo no se adaptó fácilmente a trabajar todos los días en doble horario y con entrenamientos de gran intensidad. Más allá de eso fue una experiencia muy buena.
En Atenas la pasé muy bien, un club muy humilde donde tuve la suerte de lograr el ascenso, siendo la primera vez para el equipo de San Carlos. Ese ascenso fue fundamental, tanto para la ciudad como para los jugadores. Obviamente tengo los mejores recuerdos.
Plaza Colonia también es un club humilde donde pasamos situaciones duras ya que no había dinero y por momentos no teníamos ni para comer en la casa donde nos quedábamos con otros jugadores. En ese club tengo una anécdota vinculada con Kevin Dawson (actual golero de Peñarol) quien era mi suplente y con quien tenemos una gran relación. Jugué el torneo apertura del año 2012 y me fui a Liverpool. El entrenador de Plaza (Luis Matosas) me llamó para pedirme un arquero de experiencia para ocupar mi lugar. En ese momento le dije que no llevara a nadie, que le diera la confianza a Kevin, quien tenía grandes condiciones desde ese entonces, solo faltaba que un técnico se la jugara por él y lo pusiera. Por suerte Luis me hizo caso y Kevin atajó ese Torneo Clausura. Hoy por hoy es uno de los mejores arqueros del país, lo cual me pone muy contento. Mantengo una gran amistad con Kevin y con Luis.
P.al Día- ¿Qué es lo que más te gusta del fútbol de Canelones?
Nicolás Biglianti- Es una liga muy competitiva, que cada vez se hace más fuerte, con grandes jugadores y grandes equipos que se preparan para el torneo. También tengo recuerdo de mis comienzos y finalizar en la liga de Canelones es muy emocionante. Llevo conmigo recuerdos buenos y otros no tanto, pero siempre saco algo positivo. Por algo la selección de Canelones es protagonista año tras año y logró el título a nivel Nacional en 2017. Sin temor a equivocarme, Canelones es una de las ligas más fuertes del sur y del interior.
P.al Día- ¿Cuáles son las mayores diferencias entre el fútbol del interior y el fútbol profesional?
Nicolás Biglianti- La diferencia es muy grande, más que nada en lo económico y en lo deportivo. En el fútbol profesional se entrena todos los días, el trabajo físico es muy exigente, así como la alimentación y trabajos específicos para cada jugador. El fútbol del interior es más sacrificado, los jugadores tienen que salir a trabajar 8 o 10 horas, llegar a la casa, cambiarse e ir a entrenar. Esas son las principales diferencias. Si el jugador del interior tuviera ciertas condiciones que tiene el profesional sería mucho más parejo.
P.al Día- ¿Qué vivencias te dejaron clubes como San Francisco, Juanicó y Darling, en la etapa final de tu carrera, compartiendo con jóvenes y brindando tu experiencia?
Nicolás Biglianti- Quedan cosas muy lindas, compañeros, amigos que te da el fútbol.
San Francisco es un club muy humilde, me tocó vivir una parte dura donde no se daban los resultados. Muchos jugadores trabajaban en la noche y era complicado entrenar. No contábamos con el equipo completo para trabajar. Siempre hay que adaptarse a lo que toca, trancamos los dientes y le dimos para adelante. Me quedan amistades que conservo al día de hoy.
Juanicó es un club muy serio, hace años viene haciendo las cosas muy bien. Lamentablemente no pudimos obtener el campeonato el año que jugué, ya que perdimos la final por penales. Me llevo el mejor recuerdo de un club que tiene todo para trabajar y seguir creciendo, por algo es el tricampeón de la liga.
Darling, en el final de mi carrera, me permitió compartir con pila de gurises de la cantera, un plantel bárbaro del cual estoy muy orgulloso de haber sido parte y llegado a la final, a pesar de perderla con Juanicó. Son pibes muy jóvenes y uno intenta transmitirles lo que aprendió a lo largo de la carrera. Ahora cambió todo. En lo personal, antes escuchaba con atención a un jugador de experiencia. Hoy, algunos quieren escuchar y otros no. Estoy muy contento también por haber clasificado a la copa de clubes luego de 10 años sin que el club participara.
¿Algo que te haya quedado pendiente en el fútbol?
Nicolás Biglianti- Me hubiese gustado ser campeón uruguayo con Peñarol. Si bien ganamos el clásico, perdimos la final con Defensor Sporting. Jugar en la selección uruguaya era un sueño que no pude cumplir.
P.al Día- ¿Un amigo que te dejó este deporte?
Nicolás Biglianti- Tengo muchos, pero te voy a nombrar a uno que me marcó: José “Nito” Puente. Cuando llegué a Liverpool, el venía de Olimpia de Paraguay. Era un jugador de experiencia, quien me aportó consejos positivos, solía darme para adelante cuando cometía un error. Siempre me alentaba para que no bajara los brazos, fue una persona que me ayudó mucho. Lo tuve de compañero en Liverpool y Central Español. Después se acordó de mí cuando dirigió Cerro y me eligió como entrenador de arqueros. Actualmente sigo formando parte de su cuerpo técnico, pero estamos a la espera de que surja un nuevo desafío deportivo.
P.al Día - ¿Una victoria imborrable?
Nicolás Biglianti- Una victoria que no voy a olvidar fue el clásico de la liguilla en el año 2008 donde ganamos 2 a 0. Es imborrable por lo que genera un clásico, por jugar defendiendo el club que amo y del que soy hincha. Haber obtenido ese triunfo fue lo máximo. Creo que hubo varios, pero la dimensión de este partido con más de 50.000 personas en el Estadio Centenario es lo que lo hace único.
P.al Día- ¿Cómo surgió la posibilidad de ser entrenador de arqueros y de tener una escuela a cargo?
Nicolás Biglianti- La oportunidad surgió gracias a José Puente quien me convocó para ser entrenador de arqueros. En su momento le contesté que no tenía experiencia, pero no tuve inconvenientes debido a los años que atajé en el fútbol profesional. Arreglé en Cerro y creo que me fue bien. Trabajé con los arqueros Sebastián Britos y Jonathan Irrazabal quienes quedaron muy conformes con los trabajos y mantenemos contacto hasta el día de hoy.
P.al Día- ¿Dónde disfrutaste más del fútbol?
Nicolás Biglianti- Lo disfruté siempre, de todos los equipos en los que estuve me llevé algún aprendizaje. Pasé momentos extraordinarios, otros no tan buenos y otros malos, pero queda siempre algo positivo: un compañero, un dirigente, el club mismo. Lo disfruté siempre y lo haré hasta el día que me retire. Tengo 46 años, extraño entrenar, jugar los domingos por toda esta situación. Sinceramente extraño hasta los halagos e insultos, soy feliz cuando juego al fútbol sin dudas voy a extrañar cuando me retire.
P.al Día- ¿Una atajada difícil de olvidar?
Nicolás Biglianti- La atajada más difícil de olvidar fue el penal a Pablo Bengoechea en el Estadio Monegal con la selección de Canelones. Fue en un partido amistoso contra Peñarol cuando ganó el quinquenio, tenía un cuadrazo. En ese momento Bengoechea no erraba mucho y fui uno de los primeros en atajarle la pena máxima. Siendo joven y sin experiencia, haber vivido eso fue especial e inolvidable.
P.al Día- ¿Algo más que quieras expresar?
Nicolás Biglianti- Va a ser mi último año, ya lo tengo decidido. Voy a Jugar en Darling si toda esta situación se normaliza y al final de la temporada me voy a retirar. Me siento contento por jugar un año más en la liga de Canelones voy a disfrutar al máximo cada partido y pienso en el futuro poder dirigir algún equipo. A todos nos llegan los ciclos, hay que darle paso a la juventud para que tengan su oportunidad de demostrar sus condiciones. Cerrar una etapa y comenzar otra del otro lado de la línea de cal como entrenador.
Agradecer a Progreso al Día por la nota, nunca olvido que siempre estuvieron presentes dando para adelante, preocupándose y realizando entrevistas desde mis comienzos. Solo tengo palabras de agradecimiento, un abrazo para todos.