Con pasaje en inferiores por Peñarol, jugando en Rampla Juniors, Paysandú Bella Vista y Liverpool entre otros. En el exterior se dio el gusto de dejar su sello goleador en Guatemala, Honduras y Grecia. Está semana hablamos con un sanducero que supo defender la camiseta de 22 clubes a lo largo de su carrera. Es el turno de charlar con Fernando Garrasino, un futbolista con goles por doquier.
P.al Día- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Quién te incentivó a practicar el deporte?
Fernando Garrasino- Nací en Paysandú, a una cuadra de mi casa estaba la cancha de La Centella, un equipo de Baby fútbol donde comencé a jugar con tan solo 4 años. Mi hermano mayor Jorge, fue quien empezó a llevarme al club con el apoyo de mi padre por supuesto. En ese momento la categoría más chica era de 9 años, así que tuve que jugar con niños bastante más grandes que yo. Me paraba arriba, al lado del arco rival y me quedaba allí todo el partido. Era muy chico y me ponía a jugar con tierra en pleno encuentro. Cuando la pelota llegaba cerca del arco rival algún gol pude hacer. Después fui creciendo, jugaba en mi categoría como jugador y una categoría más grande como golero. Con el pasar de los años me decidí por la posición de número nueve.
P.al Día- ¿Dónde jugaste al Baby fútbol? ¿Dónde fueron tus inicios en cancha de fútbol 11?
Fernando Garrasino- En el baby fútbol jugué en todas las categorías en el Club La Centella. Era el club del barrio del puerto de Paysandú. Luego terminada la etapa de la infancia pasé a cancha grande donde vestí la camiseta de un equipo llamado Centenario Uruguayo. Tuve la suerte de encontrar en el camino un entrenador que le gustaba ascender jóvenes a primera y pude debutar con 15 años en la máxima categoría de aquel club.
P.al día- ¿Cómo se dio tu llegada al fútbol profesional uruguayo?
Fernando Garrasino- Tuve una primera opción a los 15 años. Roberto Fleitas era el entrenador de Progreso y me llevó al club para entrenar con el primer equipo. Estuve practicando un mes y cuando estaba por firmar mi primer contrato Roberto Freitas se estaba por ir del club y me recomienda que no siga en la institución ya que existían muchas deudas y para un jugador tan joven como yo iba a ser un problema. Finalmente, Roberto Fleitas se va de Progreso, yo no firmo y vuelvo a Paysandú. Unos meses después Carlos Falero, que vivía en Santa Lucía me vio en la selección Sub 15 de Paysandú, le gustó mi forma de jugar y me lleva a Peñarol donde comienzo en el fútbol de la capital.
P:al Día- ¿Cómo definirías tu pasaje por Peñarol? ¿Qué es lo que más destacas de esa experiencia?
Fernando Garrasino- Mi pasaje por Peñarol en inferiores fue muy bueno. Obviamente para el jugador joven de las distintas divisionales era muy difícil ingresar por el gran equipo que tenía Peñarol en ese entonces. Era la época del quinquenio y en la delantera había jugadores espectaculares defendiendo la camiseta de la institución. Tuve la suerte de ser el goleador de quinta y cuarta división. Estando en cuarta fui ascendido al primer equipo, pero era muy difícil tener la posibilidad de jugar por los monstruos como jugadores que tenía Peñarol y así quedó demostrado por la supremacía que tenía a nivel local.
P.al Día- ¿Dónde pensás que estuvo tu mejor rendimiento en el fútbol profesional uruguayo?
Fernando Garrasino- El mejor momento de mi carrera fueron los primeros años del profesionalismo sin duda. Cuando quedé libre de Peñarol volví al fútbol del interior por seis meses, a Wanderers de Santa Lucía. Vuelvo a jugar rápidamente en la capital defendiendo los colores de Rampla Juniors. Estaba pasando un momento espectacular, era el goleador del campeonato uruguayo y el picapiedra marchaba primero en la tabla de posiciones. Lamentablemente en ese torneo tuve un choqué con el golero de Wanderers el “loco” Navarro, con su rodilla sin intención me pegó en el estómago y tuve que ser intervenido en el intestino. Estuve cuatro meses al margen y cuando volví a las canchas no fue lo mismo. Pasé por varios equipos, si bien el rendimiento fue aceptable, no pude igualar el nivel de Rampla Juniors en mis comienzos. A partir de ahí sale la posibilidad de jugar en el exterior y ya es otra historia.
P.al Día- ¿Alguna anécdota que te haya marcado en tus comienzos como futbolista?
Fernando Garrasino- Muchísimas anécdotas que me marcaron. Algunas muy lindas y otras no tanto. Por ejemplo, esperar a un compañero para entrenar y que nunca llegué por un accidente fatal. Me sucedió con Fabián Perea o Aldo Santamaría. Son momentos muy duros. Con Rampla Juniors en mi primer viaje a China casi se cae el avión en dos oportunidades. Primero se prendió fuego la turbina con mucho humo, como si fuera una película y tuvimos que parar en Sudáfrica. A las dos horas intentamos retomar el viaje y volvió a suceder lo mismo. Nos quedamos en Sudáfrica por dos días, cambiaron el avión y seguimos viaje. La peor de todas sucedió cuando estaba por comenzar un torneo, en lo personal me sentía muy bien, con buenos partidos de pretemporada, muy bien físicamente y a falta de una semana para comenzar el campeonato me llama el entrenador a su pieza para pedirme plata. Tuve una discusión muy grande y no jugué por muchos partidos en ese club. Fue algo muy feo, no estaba preparado para una situación de ese estilo.
P.al Día- ¿Qué destacas de tu pasaje por el exterior jugando en varios países y equipos?
Fernando Garrasino- En el exterior siempre me fue bien pude jugar en muchos equipos y mejorar desde lo económico más que nada. La primera salida al exterior fue a Guatemala, fui goleador dos años seguidos en el Xelajú. Dejé una marca importante en el club que en el futuro me puede abrir puertas como entrenador o alguna otra función dentro de la institución. En Honduras también me fue muy bien, aunque tuve que rescindir el contrato ya que surgió la posibilidad de llegar al fútbol griego. Fue un pasaje fugaz por el Motagua, pero muy disfrutable. En Grecia futbolísticamente me fue muy bien, lamentablemente la crisis griega me jugó una mala pasada desde lo económico. Xelajú en Guatemala y Archanaikos en Grecia fueron los puntos más altos de mi carrera en el exterior.
P.al Día- ¿Cómo definirías el fútbol de Guatemala, Grecia? ¿Qué fue lo que más te sorprendió?
Fernando Garrasino- El fútbol de Guatemala cambió mucho, evolucionó para bien. En mi época se intentaba jugar buen fútbol, tal vez los defensas eran muy distraídos y como delantero eso me permitía sacar algunas ventajas. El fútbol es mucho más profesional, con más trabajo, con entrenadores más capacitados y preparados. El jugador guatemalteco en general en aquel entonces era muy desprolijo, sobre todo en las ciudades con altas temperaturas. No eran conscientes de las condiciones que tenían en ese momento, eran sus costumbres y eso no les permitía seguir creciendo. Hoy en día ha mejorado mucho el fútbol de aquel país, seguramente buscando objetivos más ambiciosos como pueden ser obtener copas con clubes o la clasificación a un Mundial con la selección. Es un proceso de crecimiento que lleva su tiempo.
Con respecto al fútbol griego es otro mundo. Hasta el equipo más pequeño tiene mejor infraestructura que en nuestro país. Sin dudas me generó gran sorpresa y estuve perdido en los inicios por un idioma que no conocía. Tuve la mala suerte de no hablar inglés y eso dificultó un poco más las cosas. El entrenador me ayudó y esperó con gran paciencia mi evolución, fue fundamental para mi adaptación. Luego ya más acostumbrado al idioma y sus costumbres todo fue más fácil., tuve la suerte de jugar en cuatro equipos griegos, conocer muchos lugares y disfrutar de ese hermoso país.
P.al Día- ¿Cómo se dio tu vuelta al fútbol canario?
Fernando Garrasino- La vuelta al fútbol canario se da luego de tomar la decisión de no jugar más al fútbol profesional. Estaba quemado con leche por los últimos dos años, uno en Grecia y un tiempo en Bulgaria donde no cobré. Por ese motivo vuelvo a Uruguay y comienzo a entrenar en el grupo de Osvaldo Canobbio en Montevideo para mantener la forma física. En ese momento Jorge Peraza me fue a buscar para jugar en Juanicó, el entrenador era Alejandro Barón. Finalmente, soluciono con la dirigencia -Antonio Bazzino y Alejandro Bentancor-, y juego en Juanicó ese año (2010) y dos temporadas más (2011-2012), donde viví muy lindos momentos y fui dos veces campeón.
P.al Día- ¿Cómo definirías al fútbol de Canelones y los equipos dónde jugaste?
Fernando Garrasino- Es un fútbol pobre comparado con otros departamentos. Hay canchas para mejorar su piso, eso va a permitir que el fútbol crezca. Considero que, si bien se está trabajando mucho mejor en formativas, se debería apostar aún más a las inferiores, para si formar al jugador y venderlo o utilizarlo en primera división. En Canelones pienso que hay tres equipos despegados del resto, Juanicó en ese sentido creció mucho y a nivel de clubes es el más indicado para representarnos. Es difícil ganar un torneo del interior, pero si el club sigue trabajando de la misma manera y mantiene el crecimiento puede dar pelea a nivel Nacional.
Tuve la posibilidad de jugar en Wanderers, es un equipo inmenso, el que tiene más títulos en la Liga departamental. Tal vez el cambio de directivas constantes y por ende de proyecto deportivo no le permite crecer en mayor dimensión. Creo que es un club que podría explotar mucho más sus formativas.
En Juanicó tuve la suerte de ser campeón luego de 20 años de la última coronación del club. Luego del título del 2011 la institución hizo un clic y sigue creciendo hasta el día de hoy en todos los sentidos, infraestructura, a nivel institución, con un estilo futbolístico bien marcado. Con Ecuador logramos ser campeones en el año 2002. Un gran grupo con mucha humildad, lamentablemente el club desapareció. Por último, Liverpool tiene una gran infraestructura que puede explotar mucho más. Los cambios de directiva en los últimos años lo dejaron un poco a la deriva y se fueron muchos jugadores del club. Tuve la suerte de trabajar tres años en la institución realizando un proceso en formativas donde la mitad de los chicos con los que trabajé ya no están en Liverpool. Con un proyecto más claro y definido no tengo dudas que sería uno de los más grandes de Canelones.
P.al Día- ¿Quedaron cuentas pendientes en tu carrera?
Fernando Garrasino- Cuentas pendientes no, disfruté mucho del fútbol a nivel amateur y profesional. En Uruguay y el exterior fui un gran profesional. Estoy muy conforme y satisfecho con mi carrera, tuve la suerte de vivir del fútbol en mi etapa como deportista y de poder seguir viviendo de algunas cosas que me dejó este deporte.
P.al Día- ¿El gol o los goles más lindos de tu etapa como futbolista?
Fernando Garrasino- Goles tengo varios en la mente. Pienso que un grito de gol en el último minuto o que te dé un campeonato son imborrables. Jugando para Wanderers tuve la suerte de convertir un gol en la hora frente a Progreso en cancha de Progreso que nos dio el torneo Apertura. También tuve la posibilidad de marcar en la final para el título de Ecuador en el año 2002. Con Juanicó en el año 2011 también marqué el gol en la final frente a Wanderers. Luego fuimos a los penales y con una gran actuación de Gonzalo Molina el club consiguió el título luego de 20 años. Recuerdo goles importantes en Xelajú de Guatemala para romper rachas negativas con equipos grandes de ese país o un gol en Grecia sobre el final que nos salvó del descenso. Por suerte convertí muchos goles importantes, que tuvieron un significado especial.
P.al Día- ¿Un compañero en tu carrera para compartir delantera?
Fernando Garrasino- Jugué en 22 equipos, pasaron muchos delanteros y formé muy buenas sociedades. Pienso que Martín Soria en mis inicios en las formativas de Peñarol y en Wanderers de Santa Lucía fue de lo mejor de mi carrera como compañero de ataque. Un jugador muy rápido, desbordaba mucho y asistía de gran forma para culminar la jugada. Como te decía tuve buenas sociedades, pero nunca tan aceitada como con Martín Soria.
P.al Día- ¿Cómo surge la posibilidad de ser entrenador?
Fernando Garrasino- Ya tenía el curso de entrenador, tenía la licencia PRO y a mitad del año 2015 decido dejar de jugar al fútbol. Decido retirarme en Liverpool de Canelones por varios motivos, ya estaba cansado de entrenar, no tenía muchas ganas, pero definitivamente luego de lastimar a un colega, no quedé bien luego de esa acción y en el torneo Apertura del año 2015 dejo de jugar al fútbol. Dos días después de todo lo sucedido “pochito” Rodríguez y Banucci, dos dirigentes de Liverpool me plantean trabajar en inferiores del club y comienzo mi camino como entrenador en Liverpool. Muy agradecido con la institución por abrirme las puertas.
P.al Día- ¿Qué destacás de tus experiencias en las inferiores de Liverpool y de la selección de Canelones?
Fernando Garrasino- Fue algo nuevo trabajar como entrenador, tuve mucha suerte de comenzar mí camino con el “Tero” Saldombide, fue fundamental en mis primeros pasos. Me encontré con un club al cual le costaba atraer a los chicos, fue como empezar de nuevo en las inferiores. Me fue muy bien, el primer año salimos campeones invictos con una sub 15 generación 2001 que luego tendría 7 u 8 jugadores en la selección de Canelones que lograría el titulo Nacional en la categoría. Me gusta mucho formar al futbolista, ir a las canchas a mirar Baby fútbol, hablar con los jugadores, convencerlos del trabajo serio y de la idea para que vayan al club. Fueron tres años muy positivos en el negriazul, formando muchos jugadores que es lo principal y fundamental y consiguiendo buenos resultados deportivos.
La selección Sub 15 la tomé el año pasado sobre el inicio del torneo, una generación que tenía la suerte de conocer muy bien. Fuimos campeones del Sur, siendo autocríticos nos faltó un poco de suerte para llegar a la final del Nacional. Fuimos superiores ante Tala, con siete pelotas en los palos, pero perdimos 1 a 0 y también es mérito del rival lógicamente. En la Sub 17 se hizo un buen torneo, opté por darle la oportunidad a todos los equipos, la gran mayoría de los jugadores del plantel era de los alrededores de Canelones, sobre todo de Las Piedras. El torneo comenzó muy bien, obteniendo muy buenas victorias hasta que todo se derrumbó tras los incidentes ante Durazno en el Monegal. En la charla los chicos fueron autocríticos, asumieron el error que finalmente nos dejó fuera del torneo. Son errores que se cometen, todos nos enriquecemos y aprendemos de cara al futuro.
P.al Día- ¿Cómo te definirías como entrenador?
Fernando Garrasino- Me considero un entrenador serio, me gusta trabajar mucho en formativas. Disfruto mucho cuando un chiquilín evoluciona dentro de un campo de juego, enseñarle todos los sistemas posibles dentro de una cancha para que esté preparado a futuro. En lo referido al estilo, me gusta la posesión del balón, ser protagonista, buscar el arco rival, tomar riesgos. Si comparamos o busco similitudes me gusta Juanicó dirigido por Diego Monserrat.
P.al Día- ¿El entrenador que más te marcó como futbolista?
Fernando Garrasino- El mejor entrenador que tuve en lo personal, aunque no le fue tan bien fue Voltaire García. Lo tuve como técnico en Rampla Juniors en el año 1998. Era un adelantado para la época, venía de Europa con gran conocimiento y las ideas muy claras. Por hacer una comparación tuve mejores entrenadores en Uruguay y Centroamérica que en Grecia. Edwin Pavón (Honduras), Walter Claveri (Guatemala) me marcaron mucho como futbolista.
P.al Día- ¿Cuáles son las mayores diferencias entre el fútbol de los 90 y el actual?
Fernando Garrasino- Personalmente considero que muchas, físicamente hay una diferencia abismal entre los 90 y la actualidad. En mi época se entrenaba menos, la velocidad del juego era otra, ahora se juega más simple, con más velocidad. Pienso que hay entrenadores más preparados tácticamente (siempre hubo muy buenos entrenadores), la tecnología ayuda mucho para analizar al rival y plantear distintas formas de afrontar un partido. El fútbol de los 90 era más complicado por los choques con el rival, las patadas, un juego más sucio, más lento, pero que les daba otro condimento a los partidos.
P.al Día- ¿Algo más que quieras expresar?
Fernando Garrasino- Agradecerle a Progreso al Día por la entrevista, por acordarse de mí. Felicitaciones por esta iniciativa de dialogar con ex jugadores.