Una de esas clínicas es la que desarrolla el ex jugador de la NBA Cliff Morgan en Uruguay; se trata de una clínica de básquetbol para niños, niñas y adolescentes que se viene desarrollando desde hace varios años en el país, gracias a la cercanía de Morgan con Uruguay, ya que comparte su residencia entre Nueva York y nuestro país habiendo jugado en equipos como Welcome y Trouville. Actualmente Morgan trabaja hace años como entrenador asistente de los New York Knicks de la NBA, hoy es parte del equipo de Community Relations. De abril a setiembre se va a Nueva York, y en setiembre vuelve al país para retomar las clínicas.
Sin duda estas instancias implican un enriquecimiento para los niños, niñas y adolescentes que deseen iniciarse en este deporte o de perfeccionarse en el caso de aquellos que ya lo practiquen que tiene la finalidad de pretender acercar el profesionalismo en el básquetbol desde edades tempranas.
En ese marco el próximo sábado 23 de 9 a 18 horas estaba pautado que se llevaría a cabo esta clínica de básquetbol en el Polideportivo de Progreso pero lamentablemente la misma fue suspendida.
En dialogo con Jorge Correa, coordinador de la clínica, nos contó cuáles son los objetivos que persigue la misma, qué aspectos se intentan transmitir más allá del desarrollo deportivo, el trabajo de Morgan y su vinculación con Uruguay, cómo ha sido el desarrollo de la clínica en estos años de trabajo, así como también explica las razones de por qué la actividad que estaba planificada para el próximo sábado en nuestra ciudad fue suspendida.
“El objetivo de la clínica consiste en enseñarle a los chiquilines movimientos y técnicas casi perfectas para iniciarse en el básquetbol. Cliff surgió de la NBA, hoy es el coordinador de todas las formativas del New York Knicks por lo cual trae otros conceptos y otra mentalidad. Se piensa en darle lo mejor al niño, niña o adolescente para que se vaya formando desde la base con los gestos técnicos como hay que hacerlos; además se les inculca una mentalidad de sacrificio, entrenamiento y disciplina y que ellos pueden llegar a donde se pongan el límite. Se trata de que tengan un mejoramiento permanente en cuanto a los trabajos técnicos y físicos que se hacen y que los chiquilines vayan adquiriendo esa autonomía de sentirse que todo está en sus manos.
Más allá de la parte deportiva el objetivo es generar una mentalidad para el estudio que va de la mano con el deporte, de hecho en Estados Unidos para jugar en la NBA hay que ser universitario, por eso se le dan becas a jugadores que tienen condiciones pero si no les va bien en el estudio tampoco tienen un desarrollo en lo deportivo…”, contó Correa respecto al objetivo que persigue la clínica.
“Es más fácil aprender algo nuevo que desaprender algo que está mal hecho…”
Consultado acerca de si es necesario tener algún conocimiento previo de básquetbol para concurrir a la clínica, explicó: “No, incluso es mejor que no lo tengan porque a veces hay hábitos y enseñanzas mal aprendidas entonces es más fácil aprender algo nuevo que desaprender algo que está mal hecho por tanto esto puede llegar a ser un perfeccionamiento para jugadores que hoy ya estén jugando pero también puede ser un gran inicio para aquellos que ya hayan hecho otros deportes y no se hayan desarrollado en el tema del básquetbol.
En lo que refiere a los años que la clínica se viene desarrollando en Uruguay, señaló: “Este es el tercer año que la clínica viene funcionando en nuestro país, se inició con Cliff Morgan y “El Bicho” Silvera pero como éste ultimo está trabajando en la Intendencia de Montevideo hizo que los proyectos se separaran y trabajaran de forma diferente. Básicamente se ha realizado en Montevideo pero de ahora en más la idea es desarrollar la clínica en el interior del país.
En cuanto a cómo ha sido la experiencia, Jorge reveló: “Excelente, en la última actividad que se hizo que fue en Colonia se anotaron más de 100 chiquilines y debido a la capacidad locativa quedó gente en lista de espera. En setiembre cuando Cliff vuelva de Estados Unidos habrá una segunda instancia donde Plaza Colonia agregará instalaciones deportivas para acaparar a niños que vienen de otras localidades como Rosario, Nueva Helvecia así como también de otros departamentos, lo que marca el interés y la avidez que hay en el interior por estas cosas y a su vez la idea es generar ese habito en los niños para que hagan deporte y tengan una vida sana.
Además informó que la misma comprende varias edades y abarca tanto el género masculino como femenino. El cupo en Progreso iba a ser de 240 niños, niñas y adolescentes que luego se subdividen según las edades que oscilaban entre los 6 y los 18 años.
“La gente de la intendencia nunca se interesó en el tema… Si hubieran apoyado esto era un evento para unos 300 o 400 niños porque las ganas de los chiquilines están…”
Respecto a las razones de por qué la clínica fue suspendida, Correa explicó que el motivo fue por falta de apoyo: “La gente del Polideportivo me había dicho que no había que cobrar porque los chiquilines que concurren a los centros educativos de la zona son gente en general de bajos recursos, entonces la única posibilidad que había era que apoyara la intendencia de alguna forma porque traer un ex jugador de la NBA a dar clases no creo que haya pasado muchas veces en la historia de Progreso. A priori contábamos con el apoyo de la intendencia y del municipio pero fueron pasando los días y ese apoyo no apareció, nunca confirmaron absolutamente nada, la gente de la intendencia nunca se interesó en el tema, y debido a que no se puede llegar a la cantidad de chiquilines mediante un pago o un apoyo esto no se puede hacer. Si la intendencia hubiera apoyado esto era un evento para unos 300 o 400 niños porque las ganas de los chiquilines están y el polideportivo tiene una infraestructura ideal, la limitante y la carencia es económica. Cliff es un ex jugador de la NBA que actualmente trabaja en las formativas New York Knicks, con un cachet muy importante pero acá como no hay cultura del deporte ni del basquetbol no les interesa y es una pena para los chiquilines que querían asistir y lo peor es la frustración que tienen. Lamentablemente esto en Progreso no se podrá realizar por la ausencia de ideas, de querer hacer cosas y de hacerle un bien a los niños; bastaba simplemente con un poco de voluntad ya que se apoyan otro tipo de actividades y el deporte que es lo más importante después del estudio fue totalmente ignorado por parte de la intendencia...”.