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31/01/2016

Guardia murió tras ser baleado en terminal de Copsa de Km32

Personal de la SECCIONAL 19na. PROGRESO conjuntamente con efectivos de la BRIGADA DE HOMICIDIOS se encuentran trabajando para aclarar la muerte de un hombre que trabajaba como guardia de seguridad y falleció, luego de ser herido de bala.
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El hecho ocurrió a la hora 0.30 del domingo 24, en el control de la empresa de ómnibus de Copsa ubicada en el km. 32/000 de Ruta 5, donde Waldemar Creri, más conocido como “Matute”, de 64 años de edad, se encontraba trabajando, cuando abre la puerta para que saliera un trabajador es abordado por dos masculinos que cubrían sus rostros con capuchas quienes lo amenazan con armas de fuego, reducen y le sustraen el arma un revólver calibre 38, haciendo ingresar a las oficinas de dicha empresa de transporte, donde buscaban dinero al no encontrar lo golpean e hirieron de bala con una pistola automática 9mm, dándose los autores a la fuga en una moto.

Visto por personal Médico presentó; “FRACTURA DE PELVIS Y HERIDA DE BALA EN LA INGLE” pasando a ser asistido al Sanatorio COMECA, donde falleció en la mañana de este lunes, luego de sufrir un paro cardiorespiratorio.

De todo lo actuado se dio intervención a la Justicia la que dispuso autopsia, entrega del cuerpo a deudos y se eleven los antecedentes.

Cabe informar que la entrega del cuerpo a Empresa Progreso (luego de la autopsia) sería este martes 26 luego del mediodía, por lo que aún no está definido si hay velatorio, día y horario de sepelio (que será en Santa Rosa).

Trabajadores de Copsa expresaron a Progreso Al Día que lo sentían un compañero más, manifiestan su solidaridad con la familia y reconocen que el tema seguridad es preocupante, “estamos regalados”, sentenciaron.

Nos decían que su jubilación como expolicía era insuficiente, por lo que debía trabajar como guardia de seguridad, lo hacía desde hacía varios años allí y era muy apreciado por todos.

Testimonios de trabajadores de Copsa.

Ruben y Marcelo son dos conductores cobradores de la empresa Copsa, que desde hace mucho tiempo conocían a Waldemar Creri, el guardia asesinado en la terminal del Km 32.

Ambos nos hablaron de la congoja que produjo el trágico hecho, reflexionando además sobre lo expuestos que están los trabajadores del transporte y otras actividades similares.

“Para nosotros era un compañero más…”

Ruben Silva manifestó que “la inseguridad la vemos a cada momento, nosotros acá siempre decimos que estamos a expensas a que nos pase cualquier cosa porque hoy día es algo que está muy latente la inseguridad, y nosotros como chofer cobrador siempre estamos expuestos a que nos pueda pasar un robo, como nos ha pasado ya varias veces, ahora con este hecho acá en la agencia ya colmó todo…”

Sobre este hecho puntual, señaló que “si bien el compañero no era conductor, era un guardia de seguridad de la empresa, para nosotros acá era un funcionario más, el siempre estaba acá, desde que llegaba hasta que se iba el siempre estaba atento a cualquier inquietud”.

Con relación a la modalidad en que trabajaba, comentó Ruben que “después de cierta hora en la noche él cerraba la puerta y cuando llegábamos nosotros nos abría y cerraba nuevamente.

Acá cada conductor cobrador llega y entrega la recaudación, en realidad se deposita en un buzón que va a caja fuerte… no hay un dinero al que puedan acceder los delincuentes…”

Para finalizar, expresó “nuestra solidaridad a la familia, nosotros mismos nos sentimos muy dolidos  por esta perdida, nunca pensamos que fuera a llegar a esto, a nosotros nos duele muchísimo esta pérdida porque para nosotros era un compañero más acá en la empresa”.

“Fue un golpe duro, él estaba siempre dispuesto a dar una mano…”

Por su parte Marcelo, alias “El Loquillo” manifestó que “como compañero y trabajador de acá de COPSA fue un golpe duro, la verdad, estamos muy conmovidos los compañeros en su totalidad, porque era una persona que no tenía problemas con ninguno de nosotros, como compañero excelente… Su tarea era la vigilancia pero él estaba siempre al servicio y dispuesto a dar una mano y la verdad que es un golpe duro, porque era un compañero más, una excelente persona sin despreciar a nadie, supo ganarse el corazón de todos nosotros acá.

Realmente no hay muchas palabras para explicar lo que se siente, la impotencia, el dolor, la angustia, la rabia, de lo cual yo me siento un poco participe, en realidad todos somos culpables de que el país esté así, todos creo que queremos vivir mejor y tener un país mejor… Hoy por hoy la seguridad lamentablemente es mínima, al menos para el trabajador, para el que día a día sale a buscar el sustento para la familia, para el que le sale a las ocho horas o más, lamentablemente tienen más privilegios los que no hacen nada que el que sale a pelearla y a sacar el país adelante…”

Agregó que “«Matute» hacía como ocho o nueve años que estaba trabajando acá como guardia de seguridad; el era policía jubilado y esto era un complemento para poder v vivir. Todos sabemos que la jubilación de un policía es mínima, hoy por hoy al precio que están las cosas ninguna jubilación alcanza”.

El único testigo del hecho fue un conductor “que en realidad era de otro sector y le tocó venir acá esa noche, que escapó milagrosamente de lo que fue en ese momento la balacera. Es injusto, porque si bien el guardia ya estaba desarmado no hay razón para que te baleen, pero lo hacen con los taximetristas para robarles doscientos pesos, lo hacen en un almacén. Hoy por hoy la inseguridad es lamentable, ojala que tomen conciencia los jerarcas que tengan que ver al respecto, tiene mucho que ver la justicia, porque es la justicia la que libera más rápido de lo que entran los delincuentes que son aprendidos. Esto tendría que llegar a las más altas esferas del gobierno y a la clase política, capaz que a ellos no les pasan estas cosas porque ellos no hacen las ocho horas trabajando y arriesgándose, están siempre con custodias”.

Reflexionó sobre la facilidad con que algunos delincuentes disparan a matar que “el flagelo de la droga es un factor que incide mucho, un poco por eso y otro poco porque ya se crían en un ambiente de mal vivir. Cuál es la más fácil, salgo, robo y mato, mas de ir en cana no va a ser,  si ellos entran y salen de la cárcel como nada, esto lamentablemente es así, no sé quién podrá cambiar esto… Esto se va a ir tan al carajo que van a tener que regresar al final de nuevo los militares, no sé quien arregla esto, lamentablemente esto va en los principios, la primera escuela es en casa, pero ahora es primero yo y los demás que se vayan al carajo. Así termina todo, hoy tocó acá, falleció un compañero y estamos todos tristes y acongojados por la perdida, no hay consuelo para esto. Sabemos que era su trabajo, que estaba arriesgando la vida, que nos toca de cerca, que no hay seguridad, que no hay algo que pueda realmente parar esto. Ojala que esto llegue a donde tenga que llegar, si toman conciencia los señores legisladores, los señores jueces, los señores jerarcas policiales, y si llega al presidente mejor todavía, ojalá...”

La familia habla de la muerte de Waldemar Creri

 

El mismo «Matute» llamó a su hija: “Me pegaron un tiro en la pierna”

Este jueves 28 dialogamos con Patricia, la hija de Waldemar Creri, el guardia asesinado el pasado domingo en la terminal de la empresa COPSA ubicada en el Km. 32, así como también su esposa Carmen Ortega, quienes nos contaron como vivieron el trágico hecho ocurrido esa noche.

 

P.al Día- ¿Cómo recibe la familia el primer aviso de que Waldemar había sido herido en un atraco?

Patricia Creri- A las 00:20 me llega una llamada al celular y me corta,  yo vi que era de “Kaká”, mi padre, porque acá todos le decíamos así; entonces yo lo llamé en seguida y me dijo “Me pegaron un tiro en la pierna”, y mi hijo el grande me llevó en la moto. Cuando nosotros llegamos él estaba tirado en el suelo, habían unos choferes de COPSA, una enfermera que fue la que lo auxilió que la verdad no tengo palabra para la muchacha porque tanto ella como la madre no sabés lo que hicieron por papá. También había un montón de choferes pero había uno que estaba desesperado, se sacó la camisa para ponerle un torniquete porque la sangre no paraba. Así fue como nos enteramos, porque él pudo llamar por teléfono.

P.al Día-¿La enfermera de dónde era?

Patricia Creri- La enfermera supuestamente bajaba del ómnibus todos los días a esa hora y papá la bichaba cuando cruzaba, por la inseguridad que hay en el km. 32 y fue la primera que lo auxilió hasta que vino la ambulancia; ella le buscó la bala porque no se la encontraba ya que papá tenía todo sangre, no veían los orificios de bala ni tampoco se podía mover y el dolor de él era en la parte izquierda, donde no había sangre, y tampoco ella tenía muchas herramientas para ayudarlo porque bajaba del ómnibus de trabajar.

P.al Día- Él tenía una amistad con la gente que era asidua a esa terminal, como algunos vecinos que dejaban la bicicleta allí, eso nos comentaron algunas personas…

Patricia Creri- Sí, había una mujer que le decía: “Dale vamos “Matute” que si no con quién me fumo el cigarrito antes de subirme al ómnibus”, es decir, gente que ya tenía como una amistad, gente que venía a preguntar los horarios.

P.al Día- ¿La ambulancia demoró en llegar?

Patricia Creri- A mí me pareció una eternidad pero si papá me llamó 00:20 ponele que la emergencia llegó a la 01:00; no me doy cuenta exactamente, me parece que no demoró tanto.

P.al Día- Ustedes acudieron rápidamente al lugar?

Patricia Creri- Llegamos en seguida, papá llamó y yo le decía a mi hijo “Nico nos matamos antes de llegar”, de tan rápido que iba.

P.al Día- ¿Nicolás es tu hijo?

Patricia Creri- Sí, el más grande que fue el que me llevó en la moto.

P.al Día- Allí había un trabajador de COPSA, ¿lo conocías?

Patricia Creri- Entre los nervios, y la multitud de gente no sé quién era; el que más me quedó grabado fue un muchacho no muy grande que fue el que corría porque papá decía que tenía frío y trajo camperas y cosas para ponerle arriba, se sacó la camisa y se la puso, ese fue el que tengo más grabado; después otros choferes que nos llamaron por teléfono, esa enfermera y la madre que la verdad que hay que remarcarlo porque no se encuentra gente como esa todos los días y así un montón de gente más.

P.al Día- Después lo trasladaron a COMECA y el diagnostico en un principio era que no tenía heridas de gravedad…

Patricia Creri- Cuando nosotros llegamos a COMECA estaba mi hermano esperándome allá, en eso también llamamos para que despertaran a mamá para no decirle todo de golpe. Primero lo revisaron y demoraron un ratito, cuando salieron nos dijeron que tenía una bala en la ingle, que le iban a hacer la tomografía y tenía una en la cadera; hasta ahí había dos orificios de bala. Después que le hicieron la tomografía nos dijeron que la bala que entró en la ingle no le había perforado ningún órgano, que se había salvado porque había quedado como perdida en la grasa, pero el fémur sí estaba destrozado porque a lo que la bala era de 9 mm cuando impactó como que despedazó la mitad del hueso, hizo como un estallido, entonces nos dijeron que lo más complicado iba a ser el tema de la cadera, pero en ningún momento nos dijeron que era grave. Nosotros veíamos mucha pérdida de sangre, era impresionante no se paraba con nada, pero él estaba como nosotros, en ningún momento perdió el conocimiento, conversaba.

P.al Día- ¿Él en esos momentos contó algo más de lo que le había sucedido?

Patricia Creri- Él dijo que entraron de golpe por atrás, le dispararon, se cayó y que le sacaron el arma, nada más; tampoco le preguntamos qué había pasado, nos decía que había otro más, que estaban encapuchados y que gritaban que querían la plata, pero que yo recuerde sobre eso no dijo más nada.

P.al Día- Y lamentablemente 24 horas después sufre un ataque cardíaco…

Carmen Ortega- Aproximadamente a las 7 de la mañana del mismo domingo fue trasladado al Banco de Seguros…

Patricia Creri- Dijeron que ahí era mejor para todo ese tema y se fueron para allá, y después fuimos mi hermano y yo.

Carmen Ortega- Ahí le hicieron una pequeña intervención a las 18:30.

Patricia Creri- Pero el día lo pasó espectacular, nadie se imaginaba el desenlace que ocurrió después, no había riesgo, le habían hecho la eco Doppler porque él había tenido un cateterismo y salió bien, la presión también estaba bien porque él era hipertenso, le hicieron otra tomografía a todas las partes y no había daño ninguno. Se operó, la operación fue rápida, unos 40 minutos y cuando salió preguntó: “¿Ya me operaron?”, tenía los cachetes colorados, divino estaba.

Carmen Ortega- La operación fue más bien como para armarle la pierna, porque le pusieron hierro.

Patricia Creri- Le alinearon el fémur para después poner un implante o una prótesis…

Carmen Ortega- Mis hijos se vinieron 8 y media y a las 9 lo vi que estaba mal, llamé a las enfermeras, le hicieron un electro y ahí salió que tenía un pequeño infarto. De ahí lo trasladaron a la Española, ingresamos a las 12:55 de la noche aproximadamente y ahí también pasó muy tranquilo; a las 6:30 de la mañana volvió a repetir otro infarto, hizo como una convulsión y ahí paso al CTI; ahí si estaba grave.

P.al Día- ¿Eso fue producto de la pérdida de sangre que había sufrido?

Carmen Ortega- Exactamente, le empezó a bajar la presión por la pérdida de sangre y no la controlaron y después fue una anemia muy avanzada…

Patricia Creri- Y tenía una hemorragia en el estomago y en los intestinos nos dijo el doctor; también nos dijo que estaba muy grave porque en sí la cadera no tenía importancia, era ese derrame que era muy grande, la anemia, y el corazón tenía una herida muy grande por el infarto…

Carmen Ortega- Cuando yo iba a entrar a verlo me llamó el médico que había fallecido.

 

“El primer día quería salir a matarlos; deben ser chiquilines con la edad de mis hijos…”

 

P.al Día- Me imagino que habrán sentido una impotencia muy grande…

Patricia Creri- A mí ya se me había ido la bronca porque el día que pasó vos querías salir a matar porque deben ser chiquilines con la edad de mis hijos, no puede ser que no piensen, además “Kaká” no molestaba a nadie; era un viejo cascarrabias pero no le jodía la vida a nadie…

Carmen Ortega- Gurises de 18 años estropeando una familia…

Patricia Creri- Él dijo que le parecía que eran jóvenes, 20 años aproximadamente, muchachones que tienen una vida por delante.

Carmen Ortega- En las cámaras se ve que son jóvenes.

P.al Día- Además le dispararon por dispararle…

Patricia Creri- Hay dos versiones porque cuando nosotros llegamos él nos dijo que habían disparado cuando entraron, después supuestamente le dispararon cuando se iban; igualmente de las dos formas le dispararon sin necesidad porque dispararle cuando entraron no tenía sentido porque no sabían ni lo que iban a encontrar y dispararle cuando se iban ¿para qué?, para sacarle el revólver y los mil y pocos pesos que sacaron de las coronas y esas cosas que tiene los de COPSA para los cumpleaños y las colectas, porque no había acceso a la plata. Ellos sabían que ese día podían meterse porque no estaban los que lavan los ómnibus y parece que ellos entraron por esa parte, eso decía papá.

P.al Día- ¿Llegaron en un auto, es así?

Patricia Creri- Sí, en auto.

P.al Día- ¿Él tenía 64 años y fue policía hasta qué edad?

Carmen Ortega- Fue policía 28 años. Él se jubiló de la policía pero no estuvo siempre en esta empresa. Por esa empresa trabajaba en Juanicó también, no siempre pero sí algunas noches.

Patricia Creri- También fue cuidador de autos en Canelón Chico, en el baile, hacia alguna serenada y también trabajó con Danilo, un hombre que también tiene una empresa de seguridad.

P.al Día- Digamos que siempre trabajó en este rubro…

Carmen Ortega- Siempre, era lo que le gustaba a él.

P.al Día- ¿Cómo era él en su vida cotidiana?

Patricia- Creri- Yo no tenía una muy buena relación con papá, nos llevábamos un poco mal, con mamá estaba separado hace años viviendo en la misma casa. El parecía que tenía otra pareja y hacía unos 20 días que volvió a irse a vivir a la casa anterior donde vivíamos antes, y ahí después de 36 años fue que nos empezamos a llevar bien, nos dábamos un beso cuando llegábamos y un beso cuando nos íbamos, nosotros en la vida nunca tuvimos esa relación. Él estaba contento con su casa, yo pasaba por allá, me mandaba a hacerle la feria los sábados. Él era una persona que le gustaba la soledad, la tranquilidad, en esta casa es mucho barullo, mucho ruido, siempre hay gente. Era una persona que tenía defectos como todos, que nos peleamos, nos enojamos, pero no era una persona mala, no se merecía esto.

Carmen Ortega- Se llevaba con todo el mundo, embromaba con todos los gurises, en la pañalera a todas le tomaba el pelo y les decía cosas; con los demás era de muy buen llevar.

P.al Día- ¿Era oriundo de Santa Rosa?

Carmen Ortega- Sí, de Santa Rosa.

P.al Día- ¿Y hace cuánto que vivía acá en Progreso?

Carmen Ortega- 31 años, primero vivimos en Eliseo Argentino y después siempre acá en la vuelta.

 

“Los guardias de seguridad generalmente no tienen nada, son los más pobres, trabajan solo para comer… y arriesgan sus vidas”

 

P.al Día- ¿Qué reflexión hacen de todo esto?

Carmen Ortega- Uno lo que siente es impotencia porque otra cosa no se puede decir, que se haga justicia.

Patricia Creri- Que no le pase a otro, los guardias de seguridad generalmente no tienen nada, porque son los más pobres de todos, entonces es una injusticia que solamente para comer, porque no les da para más nada, tengan que exponer la vida así.  

Carmen Ortega- Que hagan algo con la juventud por que no pueden seguir en esa vida matando por matar, porque lo mataron como quien mata a un animal.

P.al Día- ¿La policía les ha informado algo sobre la investigación?

Patricia Creri- No nada.

P.al Día- Ayer circuló la versión de que había una persona detenida...

Carmen Ortega- Dicen que sí pero a nosotros no nos han informado nada. Yo no quiero que le hagan mal a los gurises pero que tomen una medida porque no pueden matar gente porque sí solo porque son menores y no vayan a la cárcel; si no van los menores que vayan los papás pero alguien tiene que pagar por lo que hacen; si puede agarrar un arma y tirar ya no es un menor.

Patricia Creri- Cuando mirábamos la televisión y pasaban que alguien se había muerto mi padre siempre decía: “Sí, porque se murió fulano de tal, me muero yo y ni los perros me lloran, ¿en dónde voy a salir?”, y mirá si se viera de allá arriba que está en todos lados.

P.al Día- Tú me decías fuera de la nota que si había una forma que él quería morir era de esa manera…

Patricia Creri- Sí, haciendo lo que le gustaba y que la gente lo reconociera. Él decía que si se moría nadie lo iba a tener en cuenta, porque no era nadie… si se hubiera visto que ayer decía Waldemar Creri en las pancartas desde allá arriba debe estar diciendo que se hizo justicia, es la única alegría que me da y las gurisas todas lo saben porque él se lo decía. Fue una muerte horrible pero el dirá: “Al final salí por todos lados, no soy cualquier cosa” como él creía. Además creo que él tampoco sabía la cantidad de gente que lo quería, la gente de COPSA se portó muy bien con papá, nosotros no teníamos trato con su patrón pero la verdad que también se portó muy bien y la señora también muy humana, mucho apoyo.

P.al Día- Se había hecho una cuenta para colaborar con ustedes y tengo entendido que la familia dijo que no, ¿esto es así?

Patricia Creri- Pasa que eso salió la noche del velorio de papá de parte de José Luis. Esto es como cuando pasa un accidente y uno pide una indemnización; a vos te pueden dar todo el oro del mundo pero la persona no te la devuelven. Una parte de lo que habían escrito decía que había dejado una familia desamparada y no es así, nosotros no vivíamos con él, ni de su salario y me parecería injusto que la gente pusiera para que nosotros nos quedáramos con una plata ¿de que?, si nosotros vivíamos acá. Es como lucrar con la muerte de papá, entonces le dijimos a esa persona que le agradecíamos la actitud pero nosotros vamos a seguir adelante con nuestras vidas, económicamente nunca tuvimos la gran cosa así que no nos va a cambiar la vida, todos trabajamos, pero nos sentiríamos mal, no somos nosotros si agarramos esa plata.

Si hay plata mejor, y si no se sigue adelante porque lo principal es la salud, les damos las mil gracias porque no cualquiera tiene esa actitud pero nos sentiríamos mal, no nos haría feliz.

Carmen Ortega- No quiere decir que no se precisa, sí que se precisa pero la luchamos hasta ahora y la vamos a seguir luchando.

P.al Día- ¿Algo más que quieran agregar?

Patricia Creri- Me hace feliz que todo el mundo lo recuerde bien, porque al final uno no sabia que lo quería tanta gente.