En la misma estuvieron presentes amigos, vecinos, compañeros así como también otros artistas plásticos que fueron conociendo a lo largo de este camino. Además se destacó la presencia del Director de Desarrollo Económico de la Intendencia de Canelones, Horacio Yanes.
Debido al éxito que ha tenido este emprendimiento, además de elaborar prendas de ropa personales como ruanas y telares, Graciela y Eduardo pretenden transmitir sus conocimientos por lo que dictarán talleres con el cometido de estimular a los jóvenes de la zona para que hayan más tejedores y se cubra la demanda que cada vez es mayor, al tiempo que será un lugar de encuentro cultural donde varios artistas exhibirán aquí sus trabajos.
“Fue algo muy lindo, muy mágico…”
En primer lugar Graciela contó a los presentes que toda esta movida se inició casi sin querer y al ser una zona turística al poco tiempo tuvo una gran repercusión: “No hace un año que llegamos acá y se nos abrieron muchas puertas; lo primero que hizo Eduardo en el invierno crudo fue regalarme una ruana y yo le dije: “¡Que lindo es hacer eso!”. Nos pusimos a tejer, nos empezó a gustar, yo vengo del gremio de las maestras y al igual que las asistentes sociales todas usamos ruanas y empezaron a venderse. Hacía poco que habíamos empezado a transitar este camino con Eduardo y nos estimularon a que fuéramos a vender a la feria de Costa Azul; pensábamos que vender lana en verano era como venderle hielo a los esquimales, pero vendimos más de 40 piezas. Un amigo nos dio una gran mano para concretar el sueño del taller, queríamos emprender cosas nuevas como hemos emprendido en todos los lugares que hemos estado y en ese camino fuimos conociendo un montón de gente linda, artistas plásticos que hoy nos están acompañando, vecinos, los compañeros del Café literario, gente que conocimos en la feria, fue algo muy lindo, muy mágico, como una caricia de todos…”, recordó Graciela.
Según expresó Graciela, en breve comenzarán a dar cursos a los jóvenes de la zona como forma de estimularlos y promover este lindo oficio que es hacer arte en telar: “El sábado 20 vamos a empezar a dar cursos, queremos estimular a todos los muchachos jóvenes de la zona a unirse a este emprendimiento, lo más lindo es promover con la gente que nos rodea y el movimiento ha sido precioso. También queremos promover que haya tejedores en el lugar porque no nos alcanza con lo que nos están exigiendo hoy día, la gente se cansó de todo lo que es en serie, sumado a la gran cantidad de turistas que tenemos. Además queremos que de a poco se puedan integrar distintas artes, el taller está abierto a todo aquel que quiera dar clases ya sea pintura, artes plásticas, queremos que esto sea de todos, que sea un lugar de encuentro, de reunión, de estar juntos, de compartir cosas de la esencia misma del ser humano que es mucho más que tejer, es acariciar la vida…”.
“En cada tejido va una parte de nosotros…”
Por su parte Eduardo muy emocionado explicó el origen del nombre “Tamaqes”, que son las iniciales de la frase “Te amo más alto que el sol”: “Cuando una señora iba de paseo en bicicleta o de compras con su hijo jugaban a un juego llamado “Te amo más alto que…”, entonces por ejemplo decían “Te amo más alto que la piedra”, “Te amo más alto que la planta”, hasta que un día el niño le dijo “Te amo más alto que el sol” y ese niño hoy nos mira más alto que el sol…”.
Con respecto al tema de los tejidos y los telares Eduardo también contó emocionado otro cuento: “En una fábrica muy grande con mucha historia había un viejo tejedor con artrosis; el ser tejedor ya era una forma de ser anarquista, como el ser panadero porque es el trabajo de él ante la materia prima o el producto que está elaborando. Él acariciaba la tela una y otra vez pero sus tejidos salían perfectos; había una mujer administrativa muy joven que le llamaba la atención que cada vez que iba a controlar los tiempos y la calidad del producto veía que ese tejedor se pasaba horas acariciando la tela. Y un día la chica rompió su vergüenza y le preguntó por qué acariciaba la tela: “Primero porque el tejido sale mejor pero además es como acariciar y hacerle el amor a una mujer”, respondió y la chica se sonrojó al igual que el viejo tejedor. Y cuando la niña se iba le dijo: “Pero mejor aun, tejer es como escribir poesía…”. Y en eso estamos, tejiendo, y en cada tejido va una parte de nosotros; el 90% de las veces no conocemos la persona que lo va a comprar pero igualmente lo hacemos con el mismo amor de aquella persona que sí conocemos y eso es lo más importante de todo”.
“La alegría de saber que hay uruguayos que emprenden y que lo hacen con calidad y con esperanza…”
Una vez finalizada la presentación dialogamos con Horacio Yanes, Director de Desarrollo Económico de la Intendencia de Canelones, sobre la importancia de este nuevo emprendimiento.
P.al Día- ¿A qué se debe tu visita hoy acá en La Floresta?
Horacio Yanes- En primer lugar para acompañar a emprendedores amigos que se largan a hacer una artesanía que además puede viajar al exterior entonces estamos en nuestra doble función de ser responsables en la intendencia de todo lo que son PYMES y emprendedores, y por otro lado el turismo. Esto de los tejidos y las ruanas de “Tamaqes” tiene una propuesta novedosa, artesanal, con prendas que son personales, irrepetibles, no está industrializado o sea que no van a haber dos ruanas iguales, cada una es distinta, es una marca que está buena, sale de La Floresta, ya han demostrado en las ferias de verano que hay turistas que ya se llevaron ruanas al exterior así que la alegría de saber que hay uruguayos que emprenden y que lo hacen con calidad y con esperanza.
P.al Día- Además es un punto de encuentro de varios artistas de la zona…
Horacio Yanes- Yo visualizo y le doy importancia y valor a todo lo cultural pero cuando además de la cultura quiero que el artista viva de su trabajo tenemos que encontrarle un perfil de marketing, una forma de comercializar. De nada sirve que artistas plásticos acompañen este taller si no venden un cuadro, por eso la idea es crear las condiciones para que por ejemplo se cree un espacio cultural donde se encuentren el artista plástico, el artista telar, los artesanos en cuero; todo eso tiene que ser pensado en que el artista viva de su trabajo, entonces me parece fantástico porque nadie va a venir desde Montevideo o de Canelones hasta La Floresta solo a ver un par de ruanas por más lindas que sean. Pero cuando saben que hay una charla literaria, cuando saben que hay obras plásticas, cuando saben que se van a encontrar con el autor de la obra y van a poder charlar eso es ponerle valor. Entonces esas son las cosas que hay que copiar y la gente tiene que saber que cuando se habla de arte se habla también de artistas que hay detrás del arte que tienen que vivir de lo que hacen, y este tipo de cosas crean esas condiciones.
“Este impulso que nos dieron Eduardo y Graciela va a aportar mucho a la zona…”
También dialogamos con Jorge Vera y Eduardo Mier, dos artistas plásticos que participaron de la muestra y que forman parte del núcleo de artistas que se está formando en “Tamaqes”.
P.al Día- ¿Cómo nace este vínculo con Eduardo y Graciela?
Jorge Vera- En mi caso hace muchos años que nos habíamos conocido, nos volvimos a reencontrar en un taller literario en el que participamos y empezamos a intercambiar ideas, propósitos, ilusiones, sueños, y proyectos de difundir lo que medianamente consideramos como arte.
P.al Día- ¿Actualmente vive en La Floresta?
Jorge Vera- Estoy radicado en Costa Azul hace ya 5 años, antes estaba en El Pinar.
P.al Día- ¿Qué tipo de arte hace?
Jorge Vera- Yo ahora estoy entre el figurativo y me estoy introduciendo en lo abstracto.
P.al Día- ¿El arte para usted es un medio de vida?
Jorge Vera- No ha sido un medio de vida, lo hago para vivir mejor, si puedo vender vendo y si no es gran disfrute de poder realizarlo y tratar de hacer un pequeño aporte.
P.al Día- ¿Esta unión de varios artistas puede ser el camino para algo más importante?
Jorge Vera- Yo creo que sí, este impulso que nos dieron tanto Eduardo como Graciela para que también participáramos del proyecto de “Tamaqes” va a aportar mucho a la zona porque no existe otro emprendimiento con este sueño.
P.al Día- ¿Hacía falta este impulso?
Jorge Vera- Sí, faltaba impulso y creo que hay una necesidad en la gente de que haya este aporte.
“Hay necesidad de contar con espacios como estos…”
P.al Día- ¿En tu caso cómo surgió el vínculo?
Eduardo Mier- Somos vecinos, yo vivo a la vuelta, hace 10 años que estoy en la zona, tengo mi taller acá y el encuentro con Eduardo y Graciela fue casual por un perro perdido. La generosidad de ellos ha sido fantástica y creo que va a abrir puertas, hay necesidad de contar con espacios como estos abiertos y de interacción, participamos todos, hoy había gente del taller literario, vimos viejos amigos, tenemos amigos en común así que esta idea me parece bárbara y creo que va a ser muy provechosa para la zona y para nosotros.
P.al Día- ¿Cuál es tu estilo de arte?
Eduardo Mier- Yo hago arte figurativo, incursiono en lo abstracto, hago un poco de escultura, pintura matérica y busco nuevos caminos.
P.al Día- ¿Siempre pintaste?
Eduardo Mier- Sí, pinto desde chiquito, soy egresado de la Escuela de Bellas Artes y tengo años en la docencia y en la obra personal, vivo de esto.
P.al Día- ¿Creés que a medida que pasan los años el arte ocupa un lugar diferente en la vida de las persona?
Eduardo Mier- El arte de alguna manera nos ha completado, hubo épocas en que el arte era elitista o para ciertas clases, yo creo que hoy el arte es absolutamente transversal, nos toca a todos, a cada cual en su medida, pero particularmente me inclino por lo que podríamos llamar arte popular que pasa por el acceso del arte al pueblo. Esa simbiosis hoy se está dando, hoy hay una relación más íntima entre el pueblo y el arte, cosa que antes era para salones, galerías, para determinado público y creo que esto es una apuesta fundamental en ese sentido.
Hoy acá hay gente de barrio, artistas de todas las áreas y gente que se enteró por otros y se acercó a ver de qué se trataba y eso es fundamental.
P.al Día- Además en esta zona hay un elemento a favor que es el turismo…
Eduardo Mier- Sí, eso incluso está demostrado bastante en la feria artesanal que se hace en enero fundamentalmente en Costa Azul que atrae al turismo; nosotros notamos que la gente que viene a hacer turismo primero va a la feria artesanal y después concurre al resto de las ferias. La gente quiere estar con los artesanos y como yo me considero un artesano lo he vivido nuevamente este verano y me parece maravilloso, lo disfruto mucho.