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08/05/2017

Escuela 201 “Octavio Posada” celebró su 50º aniversario

El pasado viernes 28 de abril la Escuela Nº 201 “Octavio Posadas” ubicada en el barrio Eliseo Argentino conmemoró su 50º aniversario. En ese marco se realizó un acto conmemorativo en el cual estuvieron presentes alumnos y sus familias, ex alumnos, docentes que forman y formaron parte de esta escuela así como también docentes de instituciones de la zona, amigos, vecinos y autoridades.
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La historia en testimonios orales.

Luego de la entrada de banderas y la entonación de estrofas del Himno Nacional que dieron inicio al acto, la Maestra Directora del centro educativo Victoria Ledesma compartió unas palabras: “Es una emoción enorme ver a todos los niños celebrando juntos los 50 años de esta escuela junto con la comunidad y las autoridades que hoy nos acompañan. Alguna vez escuché que para que un sueño se convierta en realidad alguien primero tuvo que haberla imaginado. Pensando en que la escuela este año cumple 50 años debe nombrar a quienes supieron imaginarla; la comisión 18 de Julio integrada por vecinos observó en su momento la necesidad de que existiera una escuela en esta zona. En marzo de 1967 se inaugura la Escuela Nº 201 donde Teresa Tomás fue la primera maestra; el número de niños poco a poco aumentó llegando a trabajar seis clases por lo que se realizaron ampliaciones para facilitar el funcionamiento. En 1973 la comisión cede una fracción del terreno para construir un nuevo edificio; en 1981 se inaugura el actual local escolar; en diciembre de 1994 se designa la escuela con el nombre Octavio Posadas, quien fue el presidente de la comisión que impulsó la creación de la escuela.

Desde el año pasado con los niños y las docentes iniciamos una tarea de investigación sobre la historia de nuestra querida escuela y hemos podido recurrir a una de las fuentes más ricas para la investigación histórica que son los testimonios orales.

Teresita Tomás con el primer libro de matrículas en sus manos y lagrimas en sus ojos les cuenta a los alumnos que cuando comenzó su labor de Directora no tenía bancos, no tenía muebles, pero sí tenía en aquel momento el apoyo de un grupo de personas. La comisión y los padres a lo largo de estos 50 años han aportado a la institución esa llama encendida que busca la superación y han logrado junto a los maestros de todas las épocas grandes transformaciones…”.

En ese sentido la Directora a modo de anécdota narró algunos testimonios de padres ex alumnos y compartió una carta escrita por una ex alumna del centro educativo: “Un padre, ex alumno, contó que entre otras cosas tenían una sola cartera para todos los años de la escuela; una madre ex alumna agregó que ella tuvo que ahorrar y recién cuando estaba finalizando los últimos grados pudo comprarse su cartera. También describió que los zapatos eran muy buenos, duraban mucho tiempo pero que al llegar a la casa se quitaban porque eran para la escuela y que la mejor merienda que podían tener era pan con manteca y azúcar y así tantos recuerdos inolvidables.  

Los alumnos en este proceso han podido conocer historias de vida, imaginar y dar significado a 50 años de historia. Quiero reivindicar el enorme peso que la escuela pública ha tenido y tiene sobre la vida de los ciudadanos, como dijo José Pedro Varela: La educación puede y debe llegar a todos.

 

Emotiva carta de una ex alumna.

En el año 2014 me llamó una ex alumna desde Argentina; unidas por el amor que le tenemos a la escuela la conversación duró mucho tiempo.

Hoy ella quería estar presente, por razones de trabajo no pudo pero envió una carta que no puedo dejar de compartir con todos ustedes:

“Soy una ex alumna de la escuela, terminé mis estudios primarios en 1987; lamento no poder estar con ustedes en este día tan especial, tengo tantas cosas para decir de mi amada escuela tan pequeña y tan grande a la vez. Todo comenzó en el año 1980, por aquel entonces tenía 6 años. Una tarde de setiembre pasé por enfrente de la Escuela 201 y estaban festejando la primavera, me quedé inmóvil mirando con admiración como compartían entre maestros, padres y alumnos juegos y cosas ricas, tenía ganas de pertenecer allí. Había repetido 1º Año, recuerdo que esos primeros años me sentía muy triste, pensaba que era menos que los demás niños, la escuelita me recibió con los brazos abiertos. Por aquel entonces se decía que la Escuela 201 era solamente para niños muy pobres, problemáticos y a los que echaban y no querían en las otras escuelas.

Yo era una niña como cualquier otra pero con una problemática familiar nada fácil, solo quería un poco de atención, mimos y paciencia. La escuela me lo dio todo, desde un plato de comida que por aquel entonces no tenía en mi casa hasta un abrazo de mi maestra que tampoco tenía en mi casa. Aprendí Historia y Matemáticas pero sobre todo me enseñaron valores, honestidad, la importancia del esfuerzo, compartir, saber pedir pero también saber dar. Confiaron en mí y en mis capacidades, para mi maestra directora no era una niña repetidora, sino una niña que necesitaba tiempo; me enseñaron que existen niños que tienen facilidades o dificultades en distintas áreas. Con todo esto un día me transformé en la alumna modelo, mis notas eran sobresalientes, como me aburría y terminaba todo antes me ponía a resolver los problemas matemáticos de los niños que estaban un año o dos más adelantados que yo. Tal era la sorpresa de los maestros que hasta llamaron a la Inspectora Departamental para mostrarles mis avances. Descubrí que en mis logros académicos encontraba reconocimiento, así que me dediqué de lleno a los estudios; la escuela se trasformó en mi segundo hogar y un refugio ante la tristeza de mi infancia. Llego el día de terminar la primaria y comenzar el liceo, en mi casa no querían que estudiara ya que no lo creían necesario, no tenía nada de dinero para comprarme los útiles e hice todo lo que pude para lograrlo. Nadie impidió perseguir mis sueños, así que hice mandados a los vecinos, junté manzanas en las quintas para comprarme las cosas necesarias y el uniforme. Con solo trece años gestioné y logré que me dieran una beca en el liceo privado. Les aseguro que la escuela los va a preparar bien para que puedan ir a cualquier liceo que quieran sin problemas, solo tienen que proponérselo y esforzarse. Hoy soy psicóloga y empresaria, vivo en Buenos Aires, fui a las mejores universidades, hice tres carreras, viajo por el mundo, soy una persona feliz y no me falta nada.

Un niño con estudio y con el acompañamiento adecuado todo puede lograrlo, cada uno es único y especial, cada uno tiene un don que tiene y debe descubrir para poder hacer con él un mundo mejor. No dejen nunca de soñar, los sueños se hacen realidad, que nada los frene, sigan adelante y si se caen siempre podrán levantarse y volver a empezar. Confíen en ustedes, en su infinito poder pero cuando crezcan y sean exitosos en lo que hagan recuerden a su amada escuelita así como lo hago yo; cuídenla para que otros niños tengan la suerte que tienen ustedes y que tuve yo de tener un espacio que les permita aprender y crecer. Espero verlos pronto, abrazos y cariños para todos. María Alejandra González…”.

Testimonios como estos son la esencia de nuestra escuela; comunidad del barrio San Pedro, comunidad del barrio Eliseo Argentino, familias de tantos otros lados, celebren porque hoy tienen la escuela que todos se merecen…”, concluyó la Directora.  

 

Nubia Posada; la primera alumna

También hizo uso de la palabra la primera alumna de la escuela, Nubia Posada, quien dijo estar emocionada, orgullosa y feliz de ser parte de la historia de esta escuela: “Sueño cumplido de aquellas personas que avizoraron la necesidad de una escuela en este barrio ya que la Escuela Nº 204, en aquella época Escuela Experimental, estaba ubicada en la entrada de Progreso en el km. 28. Emocionada porque la escuela lleva el nombre de mi padre, Octavio Posada, primer presidente de la comisión 18 de Julio creada en 1965, fundadora de esta institución. Es por esta razón que aprovecho la ocasión, nuestra familia decidió hacer entrega de este retrato que por más de 30 años estuvo en el comedor de nuestro hogar que mandó a hacer mi mamá tiempo después de fallecido mi padre y creemos que aquí es el mejor lugar donde puede estar. Por último decir gracias al Sr. Héctor González y junto a usted Sr. Luis Mundín, Sr. Alcides Torres, Sr. Lino Furlán, Sr. Leonardo Cáceres, Sr. Juan Bolaño, Sr. Justino Martínez, Sr. Tomás Banuci, Sr. José Coli y a todos aquellos que a lo largo de estos 50 años colaboraron con al escuela…”.  

 

Teresa Tomás; la primera maestra

Lamentablemente la primera Maestra Sra. Teresita Tomás, que ha acompañado el proceso de investigación de la historia de la escuela visitándola y contando su experiencia y compartiendo cuentos con los niños, por razones personales no pudo estar presente, pero igualmente envió un mensaje que se compartió con los presentes:

“Con gran pesar por no poder asistir por razones de índole privada al acto conmemorativo de los 50 años de nuestra querida Escuela 201 hago llegar mi más sentido agradecimiento por esta invitación. Para mí es un gran honor que se me tenga siempre presente, al volver el tiempo atrás enormes recuerdos llenan mi alma y desbordan mi corazón. Muchísimos recuerdos para mis queridos alumnos y para todas aquellas personas que me acompañaron, imposible nombrarlas pero sí decir que fue un año muy importante de mi vida. Gracias a alumnos, personal docente, no docente, comisión de fomento, padres en general; los acompaño desde el corazón, disfruten de tan importante acontecimiento. Con mayor afecto Teresa Tomás…”.

 

Participación de los alumnos.

Posteriormente fue el turno de la actuación de los alumnos de la escuela. Respetando la imagen original que tiene un gran significado como lo es el árbol, alumnos de 2º Año rediseñaron el logo que hace años identifica a la escuela. En relación a ese árbol dichos alumnos compartieron con los presentes la canción del Jacarandá de María Elena Walsh, con la conducción del profesor de canto, César Cabrera.

 

A continuación los alumnos de 3º a 6º año prepararon un acróstico con mensajes de suma importancia en la comunidad educativa que han estado presentes de una manera u otra en estos últimos años:

 

“Somos tus alumnos, los de ayer, hoy y mañana.

50 años de historia hoy vinimos a contar.

Un mundo diferente nos invita a soñar.

En este día tan especial queremos compartir

la alegría de ser parte y de estar hoy aquí.

Admiramos tu grandeza y te queremos decir:

querida escuela, que los cumplas muy feliz.”

 

Luego las nuevas generaciones de la escuela (1º Año) prepararon una danza con telas tomado de fondo la canción del artista Alejandro Lerner A la escuela.

Asimismo todos los alumnos cantaron la canción Cambiar el mundo, también de Alejandro Lerner, que el primer día de clase suena en la entrada de ambos turnos, la cual tiene un mensaje sumamente profundo del cual todos deberíamos apropiarnos.

 

Ya finalizando la jornada y como toda celebración tuvo su momento de regalos. El primero estuvo a cargo de parte del equipo docente representado por la Profesora de Educación Física Soledad, quien acompañada de su esposo bailaron La Cumparsita.

El otro regalo estuvo a cargo de parte de un grupo de padres y amigos que bailaron una danza que nos identifica y emociona como lo es el Pericón Nacional.

Por último de parte de los alumnos, equipo docente y no docente agradecieron a todos los presentes por acompañar y celebrar los 50 años de esta escuela.