Expresiones de admiración y beneplácito por la transformación del antiguo edificio, que alberga recuerdos y sentimientos muy fuertes para quienes vivieron aquella época; en un edificio acorde a los tiempos de hoy, donde se continuarán educando las futuras generaciones a partir de marzo de 2018.

Próximo a las 15 horas se encontraron fuera del edificio con el Consejero Landoni: Irma Canapá, Lucy Teira, Nelson Sierra, Alexis Kent, Raquel Bayarres, Alicia Perdomo, Mirian Pérez, Alicia Martínez, Graciela Arrechea, Juan Mastromatteo, Zully Bruno, Jorge González, Alicia Vélez, Ana Ferrari, Nancy Velez y la actual directora, Sol Urdampilleta.

Recorrida con nostalgia.

Sobre las 15.15 horas se inició la recorrida por los distintos salones de la nueva obra, guiada por el capataz de obra con plano en mano, quien explicaba el destino de cada lugar; en tanto varios de los docentes trataban de recordar e incluso discutían amablemente, cómo era cada lugar antes o que había en ese sitio.

Cabe destacar que la obra aún no ha sido concluída, faltan detalles de terminación, electricidad, veredas; y se estima que será entregada a fines de este mes de setiembre.

Sueño cumplido,  meta lograda

En un sencillo y espontaneo encuentro que se llevó en la galería lateral; Irma Canapá, en nombre de este grupo de ex docentes y funcionarios del Liceo Popular, leyó una nota que fue firmada por todos y acompañada de imágenes del proceso del edificio, que se le entregó a Landoni; y que rezaba lo siguiente: “Nuestro agradecimiento a las autoridades que reconocieron la donación de la casona comprada por el pueblo de Progreso para liceo al Consejo de Enseñanza Secundaria en 1965, logrando que el bien sea propiedad del estado por prescripción treintenaria y cumpliendo así el sueño del «Movimiento Popular Pro Liceo», por lo tanto nos emocionamos muchísimo. Pero además nuestro agradecimiento por la edificación restaurada, remodelada, ampliada y la creación del Liceo Nº 2”.

Luego puntualizaba a nuestro medio que “los habitantes de Progreso en 1964 soñaban con un liceo público para sus hijos y lo lograron en 1967 pero la situación de la casona que habían comprado para local liceal y que habían donado al Consejo de Enseñanza Secundaria en 1965 nunca fue regularizada. El camino hacia esta otra meta fue realizado por las nuevas generaciones de pobladores y de educadores que heredaron la fuerza de aquel movimiento popular y siguieron luchando durante cuarenta y cuatro años para que las autoridades escrituraran el inmueble. En el año 2011 el Consejo de Educación Secundaria tramitó la prescripción treintenaria y el local pasó a ser parte del patrimonio del Estado. Hoy el edificio restaurado y ampliado está casi pronto para recibir en 2018 a los estudiantes del Liceo Nº 2 de Progreso”.

“Gracias nada, es lo que correspondía…”

Por su parte el Consejero Javier Landoni; destacó la participación y el compromiso de la comunidad desde siempre. Desde aquel movimiento pro liceo popular en la década del 60, a la consulta, la participación de los profesores, la participación de los padres en el presente, para generar espacios para la educación de los jóvenes.

“La única forma de consolidar y cambiar lo que haya que cambiar en la sociedad uruguaya es a través de los jóvenes que hoy tenemos en las aulas. Yo digo que gracias nada, es lo que correspondía, yo no creo que sea gracias, yo creo que es la culminación de un trabajo que empezamos, nos tocó estar en su momento en el Codicen, recorrer este lugar, ver el abandono, realmente, a veces hasta impune, en el contexto general en el que encontramos las instituciones educativas, realmente un abandono que nos costó mucho y nos está costando mucho revertir”.

Recordó que “en los primeros años se realizaron 5000 intervenciones edilicias rescatando edificios del más profundo deterioro, como este; pero con la diferencia que este se había mudado a otro que estaba absolutamente abandonado, era una cuestión de emergencia edilicia y fue uno de los principales liceos en aquella hoja de ruta… Nos enfrentamos a la problemática no solo del liceo abandonado, del liceo popular y tan querido por la comunidad, sino que el liceo principal de la ciudad estaba en condiciones deplorables.

Así se hizo un trabajo bárbaro con la directora que está en ejercicio y la sub directora, y empezamos a trabajar para hacerle entender a la comunidad que llevaba tiempo recuperar los liceos… Yo creo que Progreso se queda super fortalecido, se queda con dos liceos, dos liceos recuperados, dos liceos que es un placer estar allí y fundamentalmente un liceo recuperado para generar mas espacios para que estén más cómodos. Por tanto gracias no, este es el trabajo que tenemos que seguir desempeñando y además pedirles que no nos dejen solos. No alcanza con hacer el liceo, secundaria es una institución, y estamos haciendo cosas importantes, no solo en materia edilicia sino en materia educativa.

Estamos caminando hacia una nueva propuesta curricular, estamos caminando con dificultades hacia una nueva forma de elección de horas. Nos dijeron en el 2012 que si hacíamos una elección de horas tempranas, si arreglábamos los edificios, el cambio era posible… En realidad arreglar los edificios y hacer una elección de horas tempranas -que lo hicimos- no cambia la educación, la educación tiene otros temas para discutir en profundidad y debe de darse todo en conjunto, los ámbitos de trabajo adecuado, tener profesores bien formados y una elección por más tiempo…”

Finalizó diciendo que “la llave del cambio solo ha mostrado una punta, la llave es más profunda, y estamos trabajando en algunos cambios. En Uruguay no sabíamos quienes eran los «nini», no sabíamos nada, hoy sabemos quienes son, donde están, como se llaman, y el desafió es que vengan… Así que agradecerles y decirles que por favor nos acompañen en este desafío de fortalecer la educación pública que para eso estamos, y gracias de nosotros a ustedes por haber esperado tanto y haber trabajado tanto”.