Nos referimos por supuesto a esa esquina de avda. Artigas y Wilson Ferreira Aldunate (ex Brasil); donde se encuentra uno de los edificios más importantes y mejor ubicados de la ciudad, y vaya a saber porque caprichos o intereses, hace seis años permanece abandonado… sin prestar casi ningún servicio a la comunidad, sucio, desprolijo y mostrando una desagradable imagen de nuestro centro comercial.
En reiteradas oportunidades hemos dedicado notas a este tema; desde aquel 8 de marzo de 2013, cuando Bandes decide cerrar su sucursal en Progreso (junto a otras ocho del país).
En ese momento se daba como un hecho la apertura del Banco República en Progreso; ya que el propio Presidente del BROU, Fernando Calloia, confirmaba a medios de prensa de alcance nacional “la negociación para incorporar unos 150 trabajadores del Bandes”. Agregaba que “algunas de las sucursales son atractivas, porque en algunas localidades el banco estatal no está, como Progreso…”
Quienes seguíamos de alguna manera el tema, dábamos por descontado la instalación del BROU en Progreso, y pensamos que solo se trataba de una demora por aspectos burocráticos.
Pero luego surgieron informaciones algo contradictorias. Por un lado, se dijo que no estaba en los planes del Directorio del BROU abrir la sucursal en Progreso; y por otro, que podría abrirse un Mini BROU en el Municipio de Progreso (se construiría un local).
Inexplicablemente se desecharía, ese edificio ubicado en el mejor punto de Progreso (Avda. Artigas y Brasil), y construído especialmente para una entidad bancaria (con bóveda, rejas, iluminación, refugio para vigilante, etc.), y pegado a la Seccional 19ª. El argumento sería que es muy amplio para lo que pretendería instalar el BROU, y que Bandes (propietario del local) lo cotizaría muy alto (esto no era real porque se cotizó en U$S 200.000).
En setiembre de 2013 surge un movimiento importante en nuestra ciudad para gestionar la llegada del BROU, se hace una reunión en Rotary Club, y un mes más adelante (2 de octubre de 2013) va una delegación de referentes de Progreso a entrevistarse con el Intendente Marcos Carámbula.
Luego de la reunión el Dr. Marcos Carámbula señalaba a «Progreso Al Día» que “en primer lugar a mi me alegra mucho que una delegación muy representativa de Progreso, de sus fuerzas vivas, de sus comerciantes, de sus industriales, de sus productores, gente que siento que representa muy bien a Progreso, se haya acercado a dialogar con nosotros. Además los hemos visto en una actitud muy positiva, y yo comparto ese legítimo sentir que tienen, al ver el hoy lo que significa que se haya ido de Progreso la sucursal de Bandes, el cierre de la oficina comercial de UTE y la posibilidad de que se pierdan otros servicios”.
Y agregaba que “la posibilidad de brindar una centralidad cívica de servicios a mi me parece que es una oportunidad que se presenta, así que yo comparto la iniciativa, y además comparto el tono como se plantea, porque efectivamente Progreso es una zona que tiene un área de influencia muy amplia... Así que compartiendo el propósito que los alienta, nosotros vamos a ayudar, vamos a conversar con los titulares de las distintas empresas públicas que están hoy trabajando en Progreso, para ver si en conjunto podemos respaldar esta iniciativa de una centralidad cívica que efectivamente es ahí donde se plantea, en el edificio del Bandes”.
A partir de allí el entonces Intendente de Canelones asumió el compromiso de intentar generar un Centro Cívico en ese edificio; y creemos que estuvo bastante cerca de conseguirlo, pero todo se derrumbó cuando debió renunciar a la Presidencia del BROU Fernando Calloia.
Se estuvo muy cerca de adquirir ese edificio por la Intendencia de Canelones a un costo de U$S 200 mil; incluso hubo un expediente ingresado el 9 de setiembre del 2014 en la Junta Departamental que solicitaba la anuencia del Legislativo Departamental para efectuar la compra.
Lamentablemente pasó el tiempo y no se pudo concretar ese anhelo de la población de Progreso de contar con una dependencia del BROU, que pudo ser en el marco de un Centro Cívico (con otros servicios públicos) ubicado en ese tradicional y privilegiado edificio.
Por qué privilegiado? Por su ubicación (pleno centro y pegado a la Seccional 19ª), por la accesibilidad que el mismo tiene, por su moderna estructura y por sus condiciones de seguridad propias de un banco (rejas, bóveda, casilla para guardia).
Nunca entendimos porque no se pudo avanzar en ese proyecto y creo que es el gran debe de los gobiernos del Frente Amplio en los últimos años para con la ciudad de Progreso.
Solo ha servido para albergar durante algunos años un cajero automático con pésimo servicio, en un entorno deteriorado y abandonado; hasta que un día (viernes 22 de junio de 2018) a una banda de delincuentes se les ocurrió explotar dicho cajero. Desde esa fecha, Progreso tampoco ha contado con servicio de cajero las 24 horas.
¿Se recupera a través de privados?
En los últimos días nos ha llegado una información que se estaría confirmando la posible recuperación de ese edificio por parte de privados.
Prometemos en próximas ediciones traerles más información al respecto; pero se nos ha manifestado con certeza que se está avanzado en un proyecto arquitectónico -con inversión privada- que plantea transformar ese edificio en un moderno centro comercial.
Lamentablemente no será posible recuperar allí una entidad bancaria ni una mini banca, pero si tal vez un cajero automático las 24 horas, tan necesario para la ciudad de Progreso.
Dependerá seguramente de las gestiones que como comunidad se puedan realizar.
Lo que sí es seguro, que este futuro emprendimiento nos permitirá recuperar la vida comercial y la mejor imagen de un sitio muy especial de nuestra ciudad. Bienvenidas las iniciativas privadas y las apuestas a un mejor Progreso.
Tenemos que cuidar y defender nuestro comercio local, generando un mejor paseo de compras y teniendo todos los servicios en nuestra ciudad.
No es posible -ni conveniente- que los pobladores tengan que trasladarse a Las Piedras para efectuar un trámite, sacar un crédito o extraer dinero de un cajero, porque seguramente terminen haciendo sus compras en aquella ciudad.