En esta oportunidad dialogamos con el Enól. Gustavo Pisano de Bodega Pisano, una empresa familiar considerada una de las más prestigiosas del país fundada en 1924 que este año está cumpliendo 100 años de su primera vendimia.
“Este año la vendimia será de muy buena sanidad, buena cantidad, pero sin mucho grado alcohólico…”
P.al día- ¿Cómo viene la vendimia 2024?
Gustavo Pisano- Veníamos de un periodo de bastante seca que las plantas realmente lo habían sentido con una cosecha del 2023 muy escasa, en nuestro caso fue prácticamente la mitad, dependiendo de las variedades llegaron a un 60%, y si bien en cuanto a la calidad y la sanidad era muy buena afectó en lo económico porque era una reducción bastante abrupta. Este año la pluviosidad hizo que el suelo se haya recuperado en humedad, la planta también se ha vigorizado y eso ha traído una linda cosecha con características especiales; probablemente este año la vendimia será de muy buena sanidad, buena cantidad, pero sin mucho grado alcohólico por tanto serán vinos más frescos, con más acidez y no tan concentrados, lo cual no es malo porque el mundo se está volcando a eso, la gastronomía actual ha ido evolucionando hacia vinos más sutiles y elegantes y ese es un diferencial respecto a los otros vinos de Sudamérica ya que al estar muy cercano a la costa influye el tema de los vientos y demás.
Cada vendimia tiene su característica y hay que respetarla y adaptarse porque es lo que la tierra nos está dando; yo siempre pongo el ejemplo de la manzana donde hay años que son chicas pero sabrosas y otros donde tienen un gran calibre, son muy vistosas, pero sin tanto sabor.
P.al día- ¿Esa baja graduación se debe en parte a la afectación que sufrió la planta debido a la sequía?
Gustavo Pisano- Es multifactorial, uno lo que puede hacer son hipótesis y en ese sentido puede ser que las plantas estén en recuperación de una sequía acumulada de años, recordemos que en junio fueron las primeras lluvias que abastecieron las represas, los niveles de pluviosidad se recuperaron recién en noviembre (muy encima de la cosecha), en enero nuevamente hubo pocas lluvias al punto que se empezaron a ver nuevamente rajaduras en la tierra, después volvieron las precipitaciones pero seguramente a la planta no le dio el tiempo para recuperarse totalmente. También en enero hubo días muy cálidos mayores a 35° y eso hace que la planta tienda a preservarse, se inmovilice y no trabaje como un mecanismo de defensa y eso son menos días de trabajo.
P.al día- ¿Y en cuanto al volumen?
Gustavo Pisano- Vamos a andar en el entorno de una vendimia promedio o un poco más; por lo que he escuchado extraoficialmente andaremos a nivel país entre los 90 y 100 millones de kilos con menos viñedos y eso para la gente que juega el partido de los vinos de mesa es un respiro porque va a facilitar una baja de costo.
P.al día- ¿Desde cuándo a cuándo se extenderá la vendimia en Pisano?
Gustavo Pisano- Nosotros tenemos una cantidad de variedades que comienzan muy temprano como el Pinot Noir habitualmente los primeros días de febrero y este año fue recién el 15 o sea que yo calculo que venimos con un retraso mínimo de unos 10 días y con la expectativa de esperar alguna decima de grado más que mejore. Creo que será una vendimia larga por ese motivo y estaremos terminando a fines de marzo.
P.al día- ¿En qué etapa se encuentra actualmente?
Gustavo Pisano- Al día de hoy estaremos en un 35% a 40%, todavía queda mucha uva para entrar.
P.al día- Está pronosticado para estos días una cantidad importante de agua, ¿preocupa ese tema?
Gustavo Pisano- Si en algún momento la planta empieza a mostrar signos de algún tipo de enfermedad probablemente apuremos la marcha pero como eso no ha pasado y como ya estamos llegando a la mitad de la vendimia no creo que signifique un gran cambio.
P.al día- ¿Siguen cosechando en forma manual?
Gustavo Pisano- Sí, enteramente manual por el tipo de elaboración que nosotros hacemos, queremos que la uva entre sana a la bodega, recién en el momento que se hace la trituración la molienda ya está yendo directamente al tanque.
P.al día- ¿Han plantado o quitado alguna nueva variedad en estos últimos años ya sea por una cuestión de productividad o estratégica?
Gustavo Pisano- Hay variedades que hemos ido quitando porque ya no son productivas, otras que si bien no son productivas nos interesa mantenerlas por la calidad que siguen otorgando y también hemos incorporado algunas variedades que en el plano local han demostrado ser de muy buena adaptación y de calidad e inclusive algunas muy comerciales; un caso de muy buena adaptabilidad es la variedad Marselan que es producto de un cruzamiento orgánico y ha respondido muy bien porque es resistente a enfermedades y en este plan de sustentabilidad de los viñedos que está marcando el Uruguay ese tipo de variedad empiezan a jugar partidos importantes. Otra variedad que se ha impuesto mucho es el Blanco Albariño y está destinada a ser la variedad del vino blanco insignia para Uruguay y la recepción tanto local como internacional ha sido muy buena. La misma está empezando a tomar un protagonismo como lo sigue teniendo el Tannat que sin duda es el vino emblema en nuestro país y lo seguirá siendo por mucho tiempo, es una variedad histórica plantada por nuestros abuelos y bisabuelos que se fue desarrollando sola bajo el nombre de Harriague y por sus bondades los viticultores la fueron seleccionando más allá del marketing y ese lugar no se lo va a poder quitar ninguna otra variedad. Son esas variedades que Uruguay puede ofrecer como diferencial que son para un determinado nicho de mercado conocedor de vinos que busca algo diferente.
P.al día- ¿Cómo está el mercado local e internacional?
Gustavo Pisano- A nivel nacional venimos sufriendo las consecuencias de nuestro vecino Argentina que ha tenido una economía con valores de costos hasta ridículos generando contrabando lo que ha pegado a nivel interno no solo a nivel de vino sino en todos los sectores tanto de productos como de servicios y eso ha significado una merma muy importante para el Uruguay. Eso ha sido duro para nuestro sector porque el vino ha sido referencia en Argentina.
A nivel internacional estar en Sudamérica y ser vecino de ese país con esos niveles de costos influye en toda la región, a su vez la guerra en Europa está limitando las economías de esos países entonces ya no es tan fácil entrar en países que están con una economía cercana a la guerra por tanto han hecho una especie de proteccionismo al ingreso de vinos desde el exterior. A eso se le suma que todavía no se han recuperado los niveles de costo prepandemia en materia de fletes lo que nos lleva a juntar pedidos de varios importadores para llevar en conjunto vinos de la bodega o directamente compartir flete con otras bodegas uruguayas para abaratar costos que está bueno pero ya implica otra coordinación y articulación.
“La familia se ha ido adaptando a los cambios y desde nuestra llegada nos hemos enfocado más en los vinos finos…”
P.al día- Este año la bodega está cumpliendo 100 años de producción vitivinícola, ¿cómo están viviendo ese acontecimiento?
Gustavo Pisano- Con mucho orgullo porque es una tradición que se ha ido trasladando de generación en generación, primero mi abuelo, luego mis padres y mis tíos, después nos fuimos incorporando nosotros y ahora también está mi sobrino y vemos que los tiempos van cambiando y cada etapa tiene circunstancias diferentes; antes era más sencillo porque se hacía un solo vino para abastecer bares o almacenes, era todo mas lineal, y eso ha ido variando en el tiempo, la familia se ha ido adaptando a los cambios y desde nuestra llegada nos hemos enfocado más en los vinos finos, podernos establecer en lo que es gastronomía y licorería a nivel local para después comenzar a exportar.
La clave está en tener poder de adaptación y entender cuáles son los desestímulos que pueda brindar el mercado o la cultura, como pasó ahora con la ley de cero alcohol que ha hecho que bajara el consumo o las situaciones externas como la pandemia o las guerras. El productor en general está en constante desafío porque en Uruguay es muy difícil producir, primero por la escala, cuando buscas especialización necesitás estímulos y un mensaje claro y muchas veces ese mensaje no ha sido tan claro lo que hizo que mucha gente se haya ido del interior y eso para el país es una perdida no solo para el sector vitivinícola sino también en el rubro granjero donde se han perdido muchas hectáreas. Por eso cuando vas a la feria te encontrás con fruta que tiene altos costos y la gente termina comprando algo que se produce afuera en otra escala.
P.al día- ¿Qué opinión te merece la elaboración de vino sin alcohol que se está promoviendo en nuestro país?
Gustavo Pisano- Nunca probé pero para mí se aleja de la esencia del vino y del espíritu de lo que la naturaleza brinda; entiendo que haya argumentos que son validos como el competir con la cerveza sin alcohol o brindarle una opción a aquel que le gusta el vino pero no puede tomar porque tiene que manejar pero desconozco si tiene la misma satisfacción. El vino no se bebe porque el organismo lo exige como pasa con el agua sino que está relacionado el placer, con la comida, la reunión, el festejo, ocasiones donde el vino es parte de nuestra alimentación en el sentido del disfrute de nuestra cultura y en este caso este producto es totalmente diferente y está fuera de nuestra cultura.
“El panorama no es muy alentador desde el punto de vista productivo…”
P.al día- ¿Cómo visualizás el futuro de la familia vitivinícola?
Gustavo Pisano- Según el censo de INAVI mucha gente se ha ido del campo, bodegas que han ido cerrando haciendo que la vitivinicultura se vaya concentrando cada vez más en menos manos y por otro lado aparecen bodegas nuevas cuya principal especialización no es hacer vino sino que lo hacen como algo alternativo a su negocio principal, por tanto si bien nosotros pensamos seguir hasta el día que nos vayamos porque ya estamos embarcados en esto, nos encanta y vivimos todos los desafíos con pasión, el panorama no es muy alentador desde el punto de vista productivo y no es lo ideal para la familia uruguaya que quiere vivir netamente de la uva y el vino.
Queremos que este sector que tanto nos identifica a nivel local no desaparezca porque terminaremos consumiendo solo vinos extranjeros sin poder disfrutar de los nuestros.